CONSEJOS PARA AUMENTAR LA FUERZA DE VOLUNTAD.

La fuerza de voluntad es algo voluble y volátil que desaparece, se esfuma, fácilmente. Para algunos es más fácil, pero para la mayoría no lo es tanto. En cualquier caso, es necesario esforzarse y entrenarse para mantener una voluntad firme.

La fuerza de voluntad es necesaria para hacer posible lo que deseamos, pero la falta de autocontrol, las distracciones, los conflictos personales, etc., lo complican todo, y es algo que le ocurre a prácticamente todo el mundo. La diferencia entre los que consiguen las cosas y los que no las consiguen es, más que esa fuerza de voluntad, la intención de aumentar esa fuerza de voluntad, el valor que le damos al propio esfuerzo.

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Si quieres, puedes.

La fuerza de voluntad se vincula al autocontrol, la determinación y auto-respeto. El control de los impulsos que es vital para una vida ordenada y exitosa. Ser capaz de decirte ‘no’ a ti mismo de vez en cuando es vital. Hacer sacrificios de vez en cuando y esforzarse pueden marcar la diferencia entre un logro feliz y una vida triste.

Cuando te sientes débil, pronunciar en voz alta o para ti mismo cuáles son los valores en los que crees puede ayudarte. En este sentido, los investigadores suponen que la razón de esto es que cuando somos impulsivos, dejamos de pensar y empezamos a actuar por instinto. Cualquier forma de romper con el “estado instintivo de la mente” puede ser una forma efectiva de recuperar las riendas de nuestro comportamiento.

Lo que no se usa se estropea:

Si no ejercemos la fuerza de voluntad, esta se vuelve flácida y llega la pereza. Así que no tengas miedo de participar en actividades que requieran esfuerzo. Prométete a ti mismo que no te darás por vencido, y ejerce esa voluntad, porque cuanto más se ejerza, más crecerá. Y si no tienes una meta que requiera de esa fuerza de voluntad, búscala y ponla a funcionar para que esté entrenada cuando te haga falta.

Evita el perfeccionismo:

No hacerlas cosas perfectas no es el fin del mundo. Sin embargo, desperdiciar energías en que sea perfecto puede acabar con nuestras energías y desviarnos de lo verdaderamente importante: conseguirlo. Puede que lo conseguido sea mejorable -ahí tienes un nuevo reto si quieres-, pero eso no implica que se haya fracasado. Mira para delante y enorgullécete de haber conseguido lo que hayas logrado.

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