Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) estar sano es “el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedades”. El niño que se aficiona al deporte desde pequeño tendrá, por tanto, una vida más sana y un mejor desarrollo físico.
La actividad física en la infancia y en la adolescencia es fundamental para el correcto desarrollo del niño, mejorando las funciones cardiovasculares y contribuyendo a una adecuada maduración del sistema músculo-esquelético y de sus habilidades psicomotoras.
Realizar ejercicio físico en la infancia, y en concreto empezar a practicarlo antes de los diez años, ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta, ya que muchos estudios científicos han demostrado que aunque estas patologías se manifiesten en esta etapa de la vida, en realidad se inician en la infancia y adolescencia, asociadas al exceso de peso, el sedentarismo, y una dieta inadecuada.
Gracias a la práctica regular de deporte, los niños tienen una mejor condición física, presentan menos porcentaje de tejido adiposo, y sus huesos se desarrollan correctamente. Además, también se nota una mejoría a nivel emocional, porque se reducen los síntomas de ansiedad y depresión.
Un ejercicio físico continuado, junto con una dieta equilibrada, va a contribuir a regular el peso corporal, evitando así la aparición de la obesidad, tanto en la infancia como en la vida adulta.
También produce beneficios en las habilidades motoras y cognitivas, siendo positivo para sus relaciones personales, como el respeto a sus compañeros, aceptar la derrota, saber ganar, esperar su turno…, obteniendo con ello bienestar físico y psicológico, y experiencia y habilidades para su día a día.
Ventajas de la educación física y el deporte en niños:
- Incrementa la autoestima y disminuye la tendencia a desarrollar comportamientos peligrosos.
- Reduce las actitudes negativas frente a la escuela y el abandono de los estudios.
- La Educación Física es una asignatura importante que sirve también como preparación para la vida laboral.
- Mejora la salud, previene lesiones y daños derivados de malas posturas.
- Mejora el rendimiento escolar.
- Proporciona experiencias en actividades estructuradas, con objetivos y resultados claros.
- Ayuda a desarrollar el pensamiento abstracto a través de nociones como velocidad, distancia, profundidad, fuerza, fuerza de impulso, juego limpio.
- Fomenta la capacidad de concentración y la actitud participativa.
Según la edad del niño, el tipo de actividad física va evolucionando…:
- Primeros 2 años de vida: favorece el juego libre y el movimiento. Hay que vigilar su entorno para evitar caídas o accidentes.
- Etapa preescolar: se van acomodando y no dejan de progresar las habilidades motoras. Los niños pueden saltar, tirar y recoger una pelota, ir en triciclo. El juego prevalece en esta etapa.
- De 4 a 7 años: se desarrolla la actividad motora: la coordinación, habilidad, equilibrio, velocidad. Ya desarrollan actividades como andar sobre un solo pie, montar en bicicleta, jugar al balón, etcétera.
- De 8 a 9 años: ya pueden realizar minideportes como salto, carreras…
- De 10 a 12 años: desarrolla habilidades motoras específicas como la flexibilidad, la fuerza, la resistencia; también se potencia el dominio del cuerpo y cierta técnica sobre él. En esta etapa ya se introduce el juego deportivo, con ciertas reglas y normas.
- De 13 a 15 años: desarrollo de la pubertad, y una etapa importante porque es el momento en el que hay una gran actividad física (gran madurez motora), pero cuando se produce un mayor abandono de la actividad deportiva.
Beneficios del ejercicio físico para los niños :
En la actividad física interviene multitud de factores. Estos son los que están directamente relacionados con la mejora de la salud de los niños: resistencia cardiorrespiratoria, flexibilidad, la fuerza y la resistencia muscular, y la coordinación (muy importante en la infancia).
La resistencia cardiorrespiratoria:
El corazón y los pulmones necesitan adaptarse cuando nuestro organismo realiza actividades que requieren el movimiento de grandes grupos musculares en períodos de tiempo prolongados. Así se asegurará que la sangre se reparta adecuadamente y nuestro organismo se recupere del esfuerzo realizado.
La resistencia cardiorrespiratoria en los niños se puede fortalecer realizando: carrera suave, natación, bicicleta, remo, andar a ritmo ligero, salto, etcétera.
Hay que progresar lentamente, y tener en cuenta que las personas que no hayan realizado actividades durante cierto tiempo, deben de comenzar lentamente e ir aumentando poco a poco.
Fuerza y resistencia muscular:
La fuerza muscular es la capacidad que tiene el músculo para generar tensión y vencer la fuerza opuesta. La resistencia muscular es la capacidad del músculo para mantener su contracción durante un período de tiempo prolongado.
Los niños pueden practicarla saltando a la comba, trepando, corriendo, jugando a la carretilla o a tirar de la soga… O con actividades como tirar un balón, remar, realizar ejercicios de fuerza en un gimnasio, sostener o empujar algo… Un trabajo de este tipo con excesiva carga puede ser perjudicial en la infancia, porque el cuerpo está en pleno desarrollo.
Si se tiene alguna duda, es muy recomendable acudir a un profesional experto.
Flexibilidad:
Es la capacidad que tiene las articulaciones de realizar movimientos con la mayor amplitud posible. No se encarga de generar movimiento, pero sí lo facilita. Se pueden practicar con actividades físicas como: estirar suavemente los diferentes músculos, bailar, jugar a los bolos, a la goma elástica, deportes como gimnasia, kárate, judo y otros similares.
Aunque en la infancia la flexibilidad es mayor, conviene iniciar estas actividades en edades tempranas y mantenerlas a lo largo de la vida.
Coordinación:
Es la capacidad para utilizar los sentidos, destacando la visión y la audición, unido al movimiento y las diferentes partes del cuerpo, y así poder desarrollar los movimientos con precisión y suavidad.
La coordinación incluye:
- En el equilibrio corporal, siendo la habilidad para mantener una determinada postura, especialmente en gravedad. Por ejemplo, andar sobre una barra fija).
- El ritmo.
- Percepción del cuerpo e el espacio y coordinación espacial, como hacer una voltereta, o aprender un paso de baile.
- Coordinación ojo-pie, como conducir un balón con el pie.
- Coordinación ojo-mano, como golpear una bola con la raqueta.
Estas actividades son muy importantes, sobre todo en la infancia ya que:
- Evitan caídas.
- Proporcionan satisfacción.
- Son importantes para el desarrollo físico-psíquico.
No hay que olvidar que el trabajo deportivo debe adaptarse a la edad y maduración física y funcional del individuo, evitando la especialización precoz y presiones innecesarias a tan temprana edad.
Fomentar el deporte en los niños:
Es importante que tanto desde su entorno familiar como escolar, como por parte de la sociedad en general y los modelos televisivos, deportivos, etcétera se fomente la práctica deportiva entre los niños. Estas son algunas medidas que pueden ayudar a conseguirlo:
- Hay que contribuir para que la práctica de la actividad física forme parte de su interés.
- Deben ayudarles a encontrar un deporte que les divierta y con el que disfruten.
- Hay que mostrar interés por lo que realizan, por ejemplo asistiendo a los partidos, o comentarlos con ellos, etcétera.
- Reduciendo el tiempo de actividades sedentarias como la televisión, los videojuegos…
- En definitiva, hay que educar al niño en un estilo de vida activo, practicando actividad física, incluso con ellos, tan frecuentemente como sea posible. Según vaya creciendo animándole a que no lo abandone. Todo esto junto con una buena alimentación, fomentará una vida saludable.
Motivos que conducen a realizar la actividad física:
Existen diferentes aspectos que motivan o desmotivan la práctica de actividad física. Conviene que padres, profesores y entrenadores los conozcan para potenciar los primeros sobre los segundos:
Motivaciones:
- Pasarlo bien.
- Compartir experiencias con la familia.
- Contar con la ayuda de una persona que le entusiasme realizarlo.
- Sentir que es una elección personal y no algo que le han impuesto.
- Sentirse en forma y competente.
- Jugar con sus iguales.
- Experimentar movimientos nuevos.
Desmotivaciones:
- Dar más importancia a ganar que a jugar.
- Lesionarse a menudo.
- Que haya alguien que se lo esté imponiendo.
- Realizar lo mismo (actividad repetitiva), llegando al aburrimiento.
- No progresar.
- Nadie que ayude a mejorar y potenciar sus habilidades.
- Sentir cierta presión por jugar.
- Sentir ridículo.
Diferentes actividades físicas para niños:
Aparte de practicar deportes individuales o colectivos hay otro tipo de actividades rutinarias que pueden favorecer la formación y preparación física de los más pequeños. Son las siguientes:
A través de tareas cotidianas.
- Caminar y pasear.
- Subir y bajar escaleras.
- Desplazarse en bicicleta, patines o monopatín.
- Ayudar a tareas domésticas.
A través de actividades físicas dirigidas:
- Educación física escolar.
- Práctica de juegos y deportes.
- Desarrollo de las cualidades físicas.
- Condición física.
- Expresión corporal.
- Actividades en la naturaleza.
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