CANNABIONOIDES EN EL DEPORTE

No está del todo claro si el consumo de cannabis es perjudicial o, por el contrario, puede ser beneficioso a la hora de obtener mejores resultados deportivos.

Existen hoy en día estudios de todo tipo al respecto.

En este artículo vamos a hacer un resumen de la información que hemos encontrado sobre ese tema, de los pros y contras sobre el uso del cannabis en el deporte, sin decantarnos por ningún resultado ya que a día de hoy no está regulado su uso deportivo.

Hay mucho que desconocemos actualmente sobre los efectos inmediatos y a largo plazo del consumo de cannabis en el rendimiento físico. Es necesario estudiar los impactos en la fuerza, la potencia y la resistencia muscular, así como las demandas fisiológicas y cognitivas en una variedad de deportes, incluidos los deportes de equipo.

El cannabis es una de las sustancias recreativas más consumidas en el mundo, solo superada por el alcohol (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2020).

El cannabis es una droga ilegal en la mayoría de los países y recientemente ha salido a la luz pública y en los medios de comunicación por su posible potencial terapéutico y los esfuerzos para intentar legalizarlo.

El uso de la planta cuenta con siglos de historia. Distintos estudios, incluso, han encontrado relación de este con una disminución del dolor.

La utilización del cannabis provoca un cierto estado de relax y este, junto al cambio en el estado de ánimo, son los principales motivos de consumo. Pero a corto plazo provoca alteraciones de la coordinación, pérdida de la concentración, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento del apetito, sequedad de boca, somnolencia, alucinaciones, aumento de la ansiedad en ciertos individuos e incluso ataques de pánico. El consumo continuado disminuye la concentración, la memoria y la habilidad del aprendizaje además de facilitar y agudizar las patologías respiratorias infecciosas e inflamatorias.

En el deporte, en 1989 los derivados del cannabis fueron incluidos por el Comité Internacional Olímpico en la lista de sustancias consideradas dopaje.

El cannabis contiene más de 100 moléculas de género específicas, conocidas como fitocannabinoides. Cada una influye en la fisiología humana de alguna manera, pero las dos más estudiadas y relevantes son el THC y el CBD. La abundancia relativa de fitocannabinoides varía según las variantes de cannabis, y los productos populares para uso recreativo suelen tener como objetivo un mayor contenido de THC, ya que el THC es responsable de los efectos psicotrópicos del cannabis.

A nivel deportivo se considera dopaje positivo cuando la concentración en orina de los metabolitos del delta-9- tetrahidrocannabinol (THC) es superior a 15 ng/ ml. Sin embargo, no todas las federaciones prohiben su uso, por lo que no siempre es susceptible de sanción.

¿Qué son el CBD y TCH?

El primer aspecto que debemos tener en cuenta es diferenciar entre el THC y el CBD, el utilizado para el deporte.

El TCH es el principal componente psicoactivo del cannabis – el que consigue drogar a las personas-.

En cambio, el CBD regula los efectos del cannabis potenciando las líneas positivas de la planta y mitigando los efectos negativos.

En ese sentido, el CBD es uno de estos nuevos suplementoscon los que el deporte empieza a buscar su utilidad para mejorar el rendimiento. Por ello, algunos deportistas han empezado a tomar ciertos productos aunque no existan evidencias científicas claras al respecto.

El CBD parece ser también un gran aliado en la recuperación, y eso mejoraría el rendimiento deportivo. Aun así, se debe seguir investigando mucho en este campo para encontrar una respuesta clara con evidencia científica.

Otros estudios han conseguido encontrar evidencia antiinflamatoria y ansiolítica, aunque se necesitan mayores investigaciones.

En el año 2018 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) decidió quitar el CBD de la lista de prohibiciones para su uso en competiciones. Sin embargo, el THC se mantiene.

Si bien el CBD no tiene propiedades psicotrópicas, existe evidencia de que puede modular los efectos del THC.

La evidencia actual demuestra que el cannabis afecta tanto al sistema cardiovascular como al respiratorio, y es posible que estas alteraciones puedan afectar el rendimiento y la seguridad del ejercicio.

Se debe vigilar con el THC ante la práctica deportiva. Algún estudio ha podido observar una reducción de la resistencia junto a un aumento de la frecuencia cardiaca con su uso. El cannabis podría interferir con la relación entre el suministro y la demanda de oxígeno del miocardio, lo que podría afectar la función cardíaca.

Es cierto que se ha demostrado que el cannabis entero y el THC alteran la función cardiovascular en reposo y durante el ejercicio submáximo, por lo general al aumentar la frecuencia cardíaca.

Dos estudios en individuos sanos demostraron que el cannabis provocaba una elevación de la frecuencia cardíaca durante el ejercicio de intensidad submáxima, por lo tanto, inhibe el rendimiento.

En cambio, hay otras sustancias que aumentan la frecuencia cardíaca submáxima y aún así mejoran el rendimiento del ejercicio, como la cafeína y la efedrina.

Otro tema es el efecto beneficioso del THC en los asmáticos debido a su muy leve efecto broncodilatador,  pero este efecto solo dura 2 días. Alterar el trabajo respiratorio podría reducir el volumen de sangre desviado de los músculos locomotores a los músculos respiratorios, con los consiguientes efectos en el rendimiento y/o recuperación deportiva.

La forma de fumar el cannabis aumenta el depósito de alquitrán y monóxido de carbono hasta cinco veces superior que en el fumador habitual, con su implicación y consecuencias en el rendimiento deportivo (mayor fatigabilidad, alteración del tiempo de recuperación, dificultad de adaptación cardíaca y sensación de deshidratación) y las relacionadas con la actuación a nivel de sistema nervioso central, pérdida de motivación, cambios bruscos del estado de ánimo, alteraciones de la coordinación, de la percepción del esfuerzo y de la vigilancia, etc.

El deportista de elite pretende ser un ejemplo de salud física y técnica Citius, altius, fortius. Para conseguirlo debe cuidarse en todos aquellos ámbitos que le llevarán a ser más rápido, estar más alto y ser más fuerte. El trabajo físico, la nutrición, el descanso y el trabajo mental es lo más importante.

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de.

 

  • CANNABIS Y RENDIMIENTO FÍSICO: EVIDENCIAS ACTUALES . Sports Science Exchange (2021) Vol. 32, No. 218, 1-6.   Jamie F. Burr, Christian P. Cheung | Laboratorio de Investigación en Salud y Rendimiento Humano, Departamento de Salud Humana y Ciencias de la Nutrición | Universidad de Guelph, Guelph, ON, Canadá.
  • archivosdemedicinadeldeporte.com . CONSUMO DE CANNABIS Y DEPORTE. Editorial p65. Vol. XX. Número 97. 2003.Págs. 385-386. Dr. Juan José González Iturri , Presidente FEMEDE. Dr. Franchek Drobnic , CAR – FC Barcelona.
  • RIESGOS DEL CONSUMO DE CANNABIS PARA LA PRÁCTICA FISICO-DEPORTIVA. Tesis doctoral de Ana Granados García. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. U.P.M.

 

 

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