DIARREA DEL VIAJERO

Ahora que muchos de vosotros vais a empezar las vacaciones o ya estais en ellas, y algunos viajais a otro lugar…

Os vamos a dar unos consejos que agradecereis mucho…por si acaso.

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Diarrea del viajero:

Es una gastroenteritis infecciosa de etiología normalmente desconocida. La sufren viajeros de países desarrollados, en relación con el cambio de hábitos alimentarios por el viaje, el calor y las escasas condiciones higiénicas de ciertos destinos. La principal razón es por no estar acostumbrados a la flora microbiana, inofensiva para los autóctonos, y se contagia por medio de agua y alimentos. Escherichia coli produce el 70% de los casos, pero la diarrea del viajero también puede deberse al virus de Norwalk, a Giardia sp o a Cyclospora sp, según la zona visitada.
Produce malestar, anorexia y retortijones abdominales, seguidos por la repentina aparición de diarrea acuosa. No suele ser inflamatoria, ni presentar pus y sangre en las heces. En el 10-25% de los casos puede haber náuseas y vómitos, y en un tercio de ellos fiebre poco elevada.
El tratamiento de este tipo de diarrea depende de la gravedad del estado del paciente, pero debe comenzarse en cuanto se detecten los primeros síntomas. Los síntomas pueden aparecer a lo largo del viaje e incluso algunos días después del regreso.
En el caso de diarreas leves, suelen bastar medidas higiénico-dietéticas, siendo fundamental la ingesta de soluciones de rehidratación oral (suero oral).
Las diarreas moderadas se caracterizan por deposiciones acuosas abundantes, acompañadas de vómitos y dolor abdominal, pero sin fiebre y sangre en las heces. Para el tratamiento de estas diarreas, aparte de una dieta adecuada y la ingesta de suero oral, puede estar indicado el uso de loperamida.
En el caso de diarreas graves, cuando las deposiciones muy abundantes se acompañan de fiebre alta y sangre en las heces, deberá acudirse a un centro sanitario.

Tratamiento no farmacológico:

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Tratamiento farmacológico:

El principal problema de los cuadros diarreicos es la deshidratación, por lo que el tratamiento de elección, junto con la dieta astringente, es la rehidratación. No obstante, es preciso intentar identificar el origen de la diarrea, e instaurar un tratamiento farmacológico si es necesario. Durante todo el proceso se mantendrá la administración de SRO.

Rehidratación oral:
El tratamiento de rehidratación es el método de elección para reemplazar las pérdidas de líquidos y electrolitos en personas con diarrea aguda, ya sea por vía oral o parenteral en los casos más graves. El intestino es capaz de seguir absorbiendo agua siempre que tenga sal y glucosa, ya que el cotransportador sodio-glucosa permanece intacto en la mayoría de los casos. Las SRO no detienen inmediatamente la diarrea, pero permiten al organismo recuperarse y que la diarrea cese por sí misma.

Fármacos:
El tratamiento farmacológico de la diarrea sólo se recomienda en casos moderados o graves y cuando la causa es conocida, ya que un mal uso de estos medicamentos puede agravar los síntomas.

Inhibidores de la motilidad intestinal: Loperamida.

Inhibidores de la secreción intestinal

Fármacos de acción intraluminar

Antibióticos y otros antiinfecciosos:
En algunos casos, y siempre bajo prescripción médica, es necesario utilizar antibióticos. Aunque se recomienda seleccionar el antibiótico en función de los resultados de un antibiograma y de los datos epidemiológicos de la zona, en ausencia de un diagnóstico microbiológico los antibióticos de elección son las quinolonas o trimetropim/sulfametoxazol. Albendazol y mebendazol se emplean en los caso de parasitosis.

Probióticos:
Los probióticos cada vez se utilizan más en los tratamientos de este trastorno. Son preparados con bacterias que mejoran el equilibrio microbiano intestinal, estimulando el crecimiento de la flora saprófita y limitando el desarrollo de bacterias patógenas. Se recomienda administrarlos tanto como coadyuvantes del tratamiento como una vez desaparecida la diarrea, para ayudar a la recuperación del equilibrio intestinal.