Cruz Roja ha puesto a disposición de la población, susceptible de ser afectada por el calor, un Centro de Contacto a través del teléfono 900 22 22 99 que actuará como referencia para todo el Operativo del Plan al que se le dará la máxima difusión a la población en general y las personas mayores en particular.
CONSEJOS DE CRUZ ROJA:
Igualmente se mencionan los grupos de riesgos más vulnerables a las altas temperaturas, como los ancianos, niños y lactantes, enfermos crónicos y personas dependientes.
Algunos medicamentos «interaccionan con los mecanismos adaptativos del organismo en caso de temperatura exterior elevada, y pueden contribuir al empeoramiento de estados patológicos graves inducidos por una muy larga o una muy intensa exposición al calor». Por ello han elaborado una lista con los fármacos susceptibles de agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor, los que pueden inducir una hipertermia y los que pueden agravar indirectamente los efectos del calor.
INFORMACIÓN SOBRE EL BUEN USO DE LOS MEDICAMENTOS EN CASO DE OLA DE CALOR:
En el caso de una ola de calor son temibles dos complicaciones de gravedad creciente, el síndrome de agotamiento-deshidratación y el golpe de calor.
● El síndrome de agotamiento-deshidratación es la consecuencia de la alteración del metabolismo hidro-sódico provocado principalmente por la pérdida por el sudor; aparece en pocos días.
● El golpe de calor se origina a consecuencia de un fracaso agudo de la termorregulación y constituye una urgencia médica extrema porque, a la vez, es de aparición muy rápida (1 a 6 horas) y de evolución fatal (en menos de 24 horas) si no se trata rápidamente.
Numerosos factores de riesgo individuales entre los cuales la edad extrema (lactante, niño, persona de edad avanzada), las patologías crónicas y los medicamentos a los que están asociados, pueden alterar la adaptación del organismo al “estrés térmico”.
La persona de edad avanzada es más vulnerable en situación de calor extremo a causa de la alteración de su capacidad para sentir la sed, de un menor control de la homeostasis del metabolismo hidro-sódico y de una disminución de su capacidad de termorregulación mediante la transpiración. La existencia de una dependencia (paciente encamado) es un factor de riesgo mayor.
El aislamiento social acrecienta todos estos riesgos.
Los medicamentos, entre los factores individuales, no son los desencadenantes del golpe de calor. Los fármacos están presentes entre los elementos enumerados en muchos individuos afectados de golpe de calor o de síndrome de agotamiento-deshidratación, pero no se ha establecido una relación causal entre el consumo de medicamentos y la aparición de un golpe de calor.
No obstante, algunos medicamentos, interaccionan con los mecanismos adaptativos del organismo en caso de temperatura exterior elevada, y pueden contribuir al empeoramiento de estados patológicos graves inducidos por una muy larga o una muy intensa exposición al calor (síndrome de agotamiento-deshidratación o golpe de calor).
Los medicamentos pueden contribuir al agravamiento del síndrome de agotamiento y de golpe de calor. Además, algunos pueden provocar por sí solos hipertermias en condiciones normales de temperatura. También pueden agravar indirectamente los efectos del calor.
1. Medicamentos susceptibles de agravar el síndrome de agotamientodeshidratación y el golpe de calor:
1.1. Medicamentos que provocan alteraciones de la hidratación y electrolíticos, principalmente:
● Los diuréticos, en particular los diuréticos del asa (furosemida, torasemida, etc).
1.2.Medicamentos susceptibles de alterar la función renal, principalmente:
● Todos los antinflamatorios no esteroideos (AINE) incluidos los AINE clásicos o «convencionales», los salicilatos a dosis superiores a 500 mg/día y los inhibidores selectivos de COX-2 (celecoxib, etoricoxib, etc).
● Los inhibidores de la enzima conversora de la angiotensina (IECA; captopril, enalapril, etc).
● Los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (losartan, irbesartan, candesartan, etc).
● Algunos antibióticos (principalmente las sulfamidas).
● Algunos antivirales (principalmente indinavir).
● Inhibidores de la renina (aliskireno).
● Antagonistas de la aldosterona (espironolactona, eplerenona).
● En general todos los medicamentos conocidos por su nefrotoxicidad (p.ej., aminoglucósidos, ciclosporina, tacrólimus, productos de contraste yodado, etc).
1.3. Medicamentos que tienen un perfil cinético que puede ser alterado por la deshidratación (por modificación de su distribución o de su eliminación), principalmente:
● Las sales de litio (carbonato de litio).
● Los antiarrítmicos.
● La digoxina.
● Los antiepilépticos (topiramato, zonisamida, etc).
● Algunos antidiabéticos orales (biguanidas y sulfamidas hipoglucemiantes).
● Los hipocolesterolemiantes (estatinas y fibratos).
1.4.Medicamentos que pueden impedir la pérdida calórica del organismo por una acción a diferentes niveles:
a. Medicamentos que pueden alterar la termorregulación central: neurolépticos y medicamento serotoninérgicos (antidepresivos imipramínicos, antipresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, triptanos, ciertos opiáceos como dextrometorfano y tramadol).
b. Medicamentos que pueden alterar la termorregulación periférica:
● Medicamentos con propiedades anticolinérgicas, por la limitación de la sudoración, principalmente:
1. Los antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, imipramina, clomipramina, etc).
2. Los antihistamínicos H1 de primera generación (alimemazina, difenhidramina, dexclorfeniramina, etc).
3. Algunos antiparkinsonianos (trihexifenidilo, prociclidina, biperideno).
4. Algunos antiespasmódicos (mebeverina, trimebutina, otilonio, etc), en particular los que actúan a nivel urinario (oxibutinina, tolterodina, trospio, etc).
5. Los neurolépticos, incluidos los antipsicóticos atípicos (haloperidol, trifluoperazina, clozapina, olanzapina, risperidona, quetiapina, clotiapina, amisulprida, etc).
6. La disopiramida (anti-arrítmico).
7. El pizotifeno (antimigrañoso).
8. Algunos broncodilatadores (tiotropio, ipratropio,…).
9. Atropina y derivados.
10. Nefopam.
● Vasoconstrictores periféricos por la limitación de la respuesta vasodilatadora, principalmente:
1. Los agonistas y aminas simpaticomiméticas utilizados:
● En el tratamiento de la congestión nasal por vía sistémica (pseudoefedrina, efedrina, fenilefrina, fenilpropanolamina, etc).
● En el tratamiento de la hipotensión ortostática (etilefrina, heptaminol, etc).
2. Algunos antimigrañosos (triptanes y derivados del cornezuelo de centeno, como ergotamina):
. ● Medicamentos que pueden limitar el aumento del gasto cardíaco como reacción a un aumento del gasto sanguíneo cutáneo, principalmente:
1. Por depleción: los diuréticos (tiazidas, furosemida, etc).
2. Por depresión del miocardio: los beta-bloqueadores (propranolol, metoprolol, etc).
c. Hormonas tiroideas por aumento del metabolismo basal, induciendo la producción endógena de calor (levotiroxina, liotironina).
2. Medicamentos que pueden inducir una hipertermia Son bien conocidas dos situaciones que favorecen los desequilibrios térmicos, bien sea en condiciones normales de temperatura, bien en período de canícula. Por esta razón, la utilización de los siguientes medicamentos debe ser incorporada al análisis de factores de riesgo, aunque no hayan sido considerados como factores desencadenantes del golpe de calor en caso de ola de calor:
● El síndrome neuroléptico maligno: que pueden inducir todos los neurolépticos o antipsicóticos.
● El síndrome serotoninérgico: los agonistas serotoninérgicos y similares son en particular los inhibidores de recaptación de serotonina (fluoxetina, paroxetina, sertralina, etc), así como otros antidepresivos (los tricíclicos, los inhibidores de la mono-amino-oxidasa –IMAO-, la venlafaxina), los triptanes y la buspirona. El riesgo de síndrome serotoninérgico está ligado a menudo a la asociación de estos medicamentos.
3. Medicamentos que pueden agravar indirectamente los efectos del calor:
● Los que pueden bajar la presión arterial y por consiguiente inducir una hipoperfusión de ciertos órganos (SNC), especialmente todos los medicamentos anti-hipertensivos y los anti-anginosos.
● Todos los medicamentos que actúan sobre el estado de vigilia, pudiendo alterar las facultades de defenderse contra el calor. Por otra parte, el uso de algunas drogas, en particular las sustancias anfetamínicas y la cocaína, así como el alcoholismo crónico, también son factores de riesgo que pueden agravar las consecuencias del calor.
RECOMENDACIONES:
En caso de ola de calor, las medidas preventivas más importantes y más inmediatas a poner en práctica se basan en:
- La vigilancia del estado general de la persona afectada, en el aspecto clínico y biológico teniendo en cuenta el conjunto de factores de riesgo,
- El control del conjunto de medidas higiénico-dietéticas, especialmente ambiente fresco, aireación e hidratación.
- Evitar el uso de antinflamatorios no esteroideos, especialmente nefrotóxicos en caso de deshidratación.
- En caso de fiebre, evitar tomar paracetamol por su ineficacia para tratar el golpe de calor y por una posible agravación de la afectación hepática, a menudo presente.
No tomar ningún medicamento sin consejo médico o farmacéutico, incluidos los de dispensación sin receta.
http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/2015/docs/NI-MUH_18-2015-ola-calor.pdf
Y si después de seguir todos estos consejos aún se produce el golpe de calor, aquí os dejamos las primeras recomendaciones a seguir mientras avisamos al médico.
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