Cuando se hace entrenamiento de subidas o escaleras se logra mejorar la potencia aeróbica, es decir, tanto la velocidad como la fuerza, aumentando la capacidad cardiovascular y, por consiguiente, se mejora en los tiempos. Además notaremos una mejoría en la resistencia de los tobillos, la fuerza de los cuádriceps y la eficiencia de la zancada. Es ideal para correr mejor en carreras de montaña o arena.
También hará que mejore nuestra técnica de carrera, lo que ayuda a ahorrar energía, y evitar vicios que finalmente pueden llevarnos a lesionarnos.
Los corredores de ciudad lo tienen más complicado para encontrar subidas de una distancia adecuada,pero la revista Time Out publicó hace unos días una guía de calles de Barcelona por donde entrenar…a conciencia.
Subir por calles empinadas.
¡Así de fácil! Si queréis trabajar glúteos, abdomen y cuádriceps, incorporad en vuestros recorridos diarios alguna calle que haga subida. Sarrià, El Coll, La Salud, El Carmel, el Putxet, Can Baró, Roquetes, Montjuïc… os esperan.
Calle Saüc
En Sarrià , encontramos esta calle empinada, con un par de curvas y que se alarga durante varios metros. Os pillará de camino si vais a menudo hasta la Carretera de les Aigües a pie así que buenas noticias. Si estabais cansados del ‘planismo’ del paseo más famoso de Barcelona, ahora podréis superar alguna subidita que pique por el camino y hacer un entrenamiento aún más completo. Además, muy cerquita tenéis también el bosque de Can Sentmenat, que presenta un desnivel similar pero, a diferencia de Saüc, con tierra y piedras en vez de asfalto.
Camí de Can Mora – Turó del Carmel
El Camí de Can Mora es un acceso al Park Güell algo más desconocido que el resto, ideal para cruzarse con pocos turistas. Lo encontraréis en el barrio del Coll y, tras unos primeros metros en los que superaréis escalones y zonas más planas, una subida de asfalto de campeonato os llevará hasta el mirador del Virolai desde donde se ve toda Barcelona. Si después de completarla y de disfrutar de las vistas queréis más de ambas cosas, un camino pedregoso sube hasta la cima del Turó del Carmel, la montaña pelada de Barcelona.
Calle de Molist
Continuamos cerca del Park Güell. Ahora, sin embargo, subimos como si viniéramos de Travessera de Dalt. Si queréis lucir gemelos… trepad por la calle Molist. ¡Qué caña de pendiente! Es bastante larga y, al final, nos permitirá, también, cerrar nuestra rutina de ejercicios con un número importantede escaleras que nos llevarán aún más arriba. Eh, pero hay más por la zona. La calle de Sant Cugat del Vallés, el pasaje de Mercedes o la avenida del Santuari de Sant Josep de la Muntanya también son perfectos para los enamorados del desnivel.
Baixada de Sant Marià
Los coches y las motos están de suerte porque, como su nombre indica, superan la calle de Sant Marià de bajada y no tienen que sufrirla de subida. Pero nosotros, los humildes peatones, no tenemos tanta fortuna -o sí- . Toca que nos comamos con patatas la pendiente si queremos ir de la calle del Beat Almató hasta el paseo de la Mare de Déu del Coll. Son unos metros de subida que si veis que os cuestan os recomendamos hacerlos por la derecha -hay una barandilla salvadora-. Muy cerca tenéis más: la calle de la Font de la Coll o Móra d’Ebre . ¡Vamos!
Calle de la Murtra
El barrio del Carmel también es un must si os va lo de sufrir con las subidas. Aunque hay algunas zonas donde se ha salvado el desnivel con escaleras mecánicas, aún quedan calles irreductibles que, como Astérix y Obélix y demás galos, nos invitan a que las subamos. Encontramos la de la Murtra, con un tramo final que pica mucho y donde también nos han colocado unas escaleras por si no podemos con la pendiente. Al lado, también, la del Alcalde de Zalamea, el Llobregós o una calle de la Conca de Tremp que de primeras engaña. Al inicio parece que será un camino de rosas pero, en los últimos metros, se anima y nos regala un desnivel de campeonato.
Calle de Francesc Alegre
El trabajo, la casa, la pareja… ¿están por la zona de Horta-Guinardó? ¡No hay problema! Coged aire y obligaos a incluir la calle de Francesc Alegre en vuestro itinerario. La mejor muestra de que a la gente de este distrito también le van las subidas y bajadas. Pica y sube hasta dejaros en el parque del Guinardó. Si preferís una opción más light porque todavía vais cortos de forma, unos metros más a la izquierda, os encontraréis con la calle de Tenerife donde la subida es menos constante y más corta pero hay un punto donde se anima que da gusto.
Pedrera del Mussol
¡La reina del desnivel! La montaña de Montjuïc nos encanta y, sobre todo si es para correr un rato entre subidas, bajadas, escaleras y recuerdos olímpicos. Por esta zona pasa la Salomon Run Barcelona, una carrera de trail running, así que si hablamos de pendientes de Barcelona, no nos podíamos olvidar de Montjuïc. Os elegimos la calle de la Pedrera del Mussol, que os llevará directos a descubrir toda la carnaza que se esconde por la montaña.
Pla de Fornells
¡Vamos hacia Roquetes! Bien arriba veréis como os vigilan el castillo de Torre Baró y el mirador. ¿Queréis acercaros? Pues bajad del metro en Roquetes y preparaos para una buena sucesión de subidas. Nuestra preferida, la del Pla de Fornells, una calle con giros, zonas menos y más estrechas… ¡cuesta subirla! También os ayudará a poneros en forma coger la bajada del Pedregal hacia arriba o la calle de Ojeda. Si necesitáis aire, en algunos tramos encontraréis ascensores para saltaros parte del camino. Pero no hagáis trampas, que hemos venido a comernos todas las pendientes de la zona.
Calle de Hurtado
El Putxet parece que nos invite a pasar del gimnasio y quedarnos con subir y bajar pendientes de la ciudad. Para hacer deporte en el Centro Municipal del distrito, se debe superar una calle Hurtado que presenta un desnivel de nota. Vamos, que si sois de los que tenéis que subir por aquí cada día con vuestras benditas piernas… mucho más gimnasio no necesitáis porque esta pendiente es para doctorarse.
¡Ay las escaleras!
Están por todas partes. En el metro, en la oficina, en los museos… y ¡en casa! Subir y bajar escaleras puede ser vuestro mejor aliado para poneros a tono. Os ayudará a quemar grasas, eliminar celulitis y mejorar vuestra salud cardiovascular.
Torre de Collserola
Es uno de los miradores más espectaculares de la ciudad de Barcelona. Durante el año lo podéis visitar el fin de semana y en verano de miércoles a domingo. Tenéis ascensor pero podéis optar por subir los 712 escalones que os llevarán hasta arriba del todo. ¿La recompensa? Vistas panorámicas del área metropolitana, del Parc de Collserola e, incluso, si no hay niebla, de la sierra del Cadí-Moixeró. Ah, y bien cerquita tenéis también los 430 escalones de la calle de la Font del Mont, por si después de subir los de la Torre ya sois escalones-adictos.
Monestir de Pedralbes
Si paseáis por la zona alta, acercaos hasta el Monasterio. Poco masificado, es un buen lugar por descubrir y también os permitirá hacer trabajo de piernas y abdominales. Fundado en 1327, se conserva en muy buen estado y os ayudará a haceros una idea de cómo vivían las religiosas de la época. Dirigiéndoos hacia la salida, os esperan 50 escalones y si el cuerpo os pide marcha salida la calle e id hacia el Parc del Castell de l’Oreneta donde encontraréis unas cuantas más. Es un parque que parece un bosque y los peques podrán montar en poni y hacer un recorrido subidos en un tren de pequeña escala.
Paseo Jean Forestier
Montjuïc es una zona ideal para los enamorados de las escaleras. Encontraréis un montón pero algunas de las más bonitas son las que os esperan en el paseo de Jean Forestier. Con mosaicos de baldosas azules y doradas y fuentes a lado y lado, hay varios tramos y son muy fáciles de localizar porqueestán justo al lado del MNAC. Eso sí, ni miréis las escaleras mecánicas que hay muy cerquita. En total son 200 escalones, caviar para los fans del city trail y los asiduos de la Salomon Run Barcelona.
Parc del Fòrum
¿Todavía no habéis visto de cerca la placa fotovoltaica más famosa de Barcelona? Tan grande como un campo de fútbol, os espera en el Fòrum. Territorio de patinadores y runners, es una buena zona donde pasear justo al lado del mar y con el sol cayendo sobre vuestros hombros. Para llegar a acariciarla, optad por subir los 95 escalonesque la miran desde abajo. Si acabáis muy sudados siempre podéis remojaros en la playa que está allí mismo.
¿Cansados?. ¿Tan cansados que no podeis dormir?.
La semana que viene os ayudaremos a combatir el insomnio. Tranquilos.
Un comentario en “SUBIR CORRIENDO EN BARCELONA.”