El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sostener los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) en la posición adecuada porque de ello depende su normal funcionamiento.
El suelo pélvico puede dañarse:
En primer lugar habría que recordar que el suelo pélvico se puede dañar igualmente en un hombre y una mujer, si bien es cierto que estas últimas son muchísimo más propensas por lo explicado anteriormente, por los tres orificios. Y, además, hay circunstancias específicas que hacen que sea más fácil que se dañe. Estas son algunas de ellas:
- El embarazo supone un incremento muy significativo en el peso del útero, que deberá ser soportado por el suelo pélvico. Por otra parte, en el momento del parto vaginal, se debe producir una distensión muy importante de todas estas estructuras y no siempre se produce una recuperación completa de las misas de una forma espontánea.
- La edad. Con el paso de los años se va produciendo un deterioro en las propiedades elásticas del músculo y de los ligamentos, lo que facilita su distensión y daño.
- Los genes. Hay también un cierto componente genético, que condiciona una mayor debilidad de estas estructuras de soporte, incrementándose en estas pacientes el riesgo de tener problemas de suelo pélvico. Se ha demostrado que las mujeres que tienen hermanas o madres con algún problema en este sentido, tienen un riesgo 8 veces mayor que la población normal de tenerlo ellas también con el paso del tiempo.
- Otros factores: mujeres que tengan trabajos que requieran permanecer mucho tiempo de pie (azafatas, barrenderas, etc.) o que tengan que realizar grandes esfuerzos de manera habitual (celadoras, reprensoras, etc.); pacientes con estreñimiento crónico…
- Practicar deportes agresivos como los que requieran un gran esfuerzo abdominal: remo, halterofilia, los que se realicen en bipedestación, los deportes de alto impacto como el running, baloncesto, atletismo. Sin embargo son muy indicados por poco agresivos para el suelo pélvico, el ciclismo, porque al apoyar la zona perineal en el sillín, se protege de los incrementos de presión abdominal, la natación, porque la presión hidrostática compensa, al menos de manera parcial, la presión intraabdominal; no hay impacto; el esfuerzo abdominal es mucho menor.
¿Perjudica el running al suelo pélvico?
Tal y como explica el doctor Ignacio Galmés, jefe de la Unidad de Suelo Pélvico de HM Hospitales «desde el punto de vista uroginecólogico, el running estaría contraindicado en todas aquellas pacientes que presenten debilidad del suelo pélvico».
Según explica el doctor, para mantener la posición de bipedestación es necesario tener una contracción de la musculatura de la pared abdominal y paravertebral. Esta contracción es todavía mayor si se está corriendo o haciendo cualquier tipo de ejercicio ya que todo ello supone un incremento de la presión intraabdominal. Por lo tanto, aquellas zonas más debilitadas y frágiles, como pudiera ser el suelo pélvico, al no poder soportar dichas presiones, se “abombará» hacia fuera, distendiendo músculos, fascias y ligamentos. Si esta situación se mantiene mucho tiempo o se repite con frecuencia, se irá produciendo un deterioro progresivo de todas las estructuras anteriormente enumeradas, dando lugar a patologías diversas: prolapso, incontinencia urinaria, etc… En el caso de running, además, añadimos el efecto del impacto repetido, que incrementa este daño.
Correr es un ejercicio aeróbico igual que montar en bicicleta, subir y bajar escaleras o utilizar las máquinas elípticas de los gimnasios. La diferencia de correr con estos otros ejercicios es la presión que se produce dentro del abdomen al practicarlos. El suelo pélvico, al estar en la zona inferior del abdomen, es la estructura que recibe toda esa presión que provoca el impacto de nuestro cuerpo contra el suelo al correr.
Al correr, la musculatura pélvica recibe la presión del impacto de nuestro cuerpo contra el suelo.
Los estudios muestran que las mujeres que realizan deporte suelen tener un suelo pélvico más tonificado que las mujeres sedentarias. El hecho de que el suelo pélvico esté más tonificado no te asegura que no puedas tener este tipo de problemas, ya que hay muchos más factores implicados: falta de fuerza de suelo pélvico, falta de tono muscular (que es diferente), exceso de movilidad de la uretra y la vejiga, que la uretra no cierre bien, actividad de las fibras nerviosas…
Por eso son muy recomendables los EJERCICIOS HIPOPRESIVOS. Os recomiendo que leais nuestro artículo sobre ellos. Clicad aquí.
Algunas atletas llevan para correr unos dispositivos intravaginales llamados pesarios que evitan que durante el impacto ejercido al correr los órganos (útero, vejiga y recto) desciendan a través de la vagina.
¿Qué tienes que valorar antes de correr?
La pregunta que deberíamos hacernos es si las mujeres que han incorporado la rutina de correr de forma regular en su vida diaria pueden tener riesgos de problemas de suelo pélvico, ya que no es lo mismo el deporte de élite y de competición que el deporte como ocio o para mejorar la salud general. En este sentido, a la hora de determinar si correr puede ser bueno o malo para el suelo pélvico hay que tener en cuenta varios aspectos:
- ¿Cómo se encuentra tu suelo pélvico?
- ¿Cuánto esfuerzo realizas al correr?, es decir, ¿cuál es la intensidad del ejercicio?
- ¿Cuánto tiempo corres?
No es lo mismo bajar corriendo una montaña que correr en un lugar plano y a ritmo lento. No es lo mismo correr durante una competición que correr para pasear, relajarse y desconectar. Hay que tener en cuenta que el suelo pélvico puede encontrarse en una situación vulnerable, por embarazos y partos previos, por estreñimiento crónico o por genética, ya que los genes determinan la calidad de nuestros tejidos. Todo ello puede hacer que correr a una intensidad ligera-moderada en un terreno plano y durante 20-30 minutos quizás no plantee problemas a mujeres con un suelo pélvico en buen estado, pero pueda ser la causa de un prolapso o de incontinencia.
Si una mujer tiene dañado el suelo pélvico, ¿deberá hacer running? ¿O tendrá que primero ejercitarlo con otro tipo de deporte más suave? Correr en diferentes superficies, menos tiempo, con menor intensidad…
La recomendación, para las mujeres con un daño de su suelo pélvico, es que eviten todos los deportes que condiciones: un gran esfuerzo abdominal, actividad en bipedestación y alto impacto.
Estas mujeres deberán someterse, antes de nada, a un programa intenso de recuperación del suelo pélvico. Para comenzar con una actividad deportiva de este tipo, deberían esperar a tener un buen tono muscular.
Información extraida de www.centradaenti.es
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Un comentario en “RUNNING VERSUS SUELO PÉLVICO”