Si habeis vuelto a practicar deporte después de mucho tiempo, seguro que habreis tenido agujetas.
Las agujetas son molestias musculares que aparecen en ocasiones al finalizar las primeras sesiones de actividad física o cuando realizamos una actividad más larga o intensa de lo habitual; consistentes en rigidez muscular acompañada de dolor intenso que generalmente tras el estado de reposo, reduce la capacidad de movimiento de la zona afectada.
Es un dolor que se manifiesta 24-48 horas después de sesiones intensas (aunque no siempre) de entrenamiento (algunas veces antes) y tiene su pico máximo de dolor en las 48-72 horas siguientes a la realización e la actividad.
Este tipo de dolor o rigidez muscular es mas frecuente que aparezca cuando se inicia un nuevo programa de ejercicios, con cambios de rutina de entrenamiento o al aumentar súbitamente la duración o intensidad de nuestra rutina de ejercicios.
Aunque su aparición es un hecho llamativo para los nuevos deportistas o aquellos que se están iniciando en el deporte, las agujetas, son una respuesta normal al esfuerzo inusual y es parte de un proceso de adaptación que conduce a una mayor resistencia y fuerza para los músculos. Por tanto, parece ser un efecto secundario de la reparación, proceso que se desarrolla en respuesta a daño microscópico del músculo.
Al someter al musculo a un ejercicio de intensidad al que no está acostumbrado, se producen pequeñas roturas de las fibras musculares que hace que se acumulen gran cantidad de productos desechos, que dan paso a una reacción inflamatoria produciendo dolor.
Prevenir la aparición de las agujetas:
Si bien puedes no ser capaz de prevenir el dolor muscular por completo, se puede reducir la intensidad y duración del dolor muscular si se siguen unas cuantas recomendaciones de ejercicio:
- Calentamiento; un calentamiento llevado a cabo inmediatamente antes del ejercicio habitual produce pequeñas reducciones en el dolor muscular de aparición tardía.
- Progresar lentamente: el método de prevención más importante es aumentar gradualmente el tiempo de ejercicio e intensidad.
- Enfriamiento: enfriamientos suaves después del ejercicio
- Evita hacer repentinos cambios importantes en el tipo y cantidad de tiempo que haces ejercicio.
- Correcta hidratación y alimentación.
- Escucha a tu cuerpo:. Evita cualquier actividad vigorosa o ejercicio que aumenta el dolor. Deja que el dolor desaparezca completamente antes de realizar cualquier ejercicio muy intenso. El dolor muscular único y localizado puede ser un signo de una lesión grave.
Y si hemos llegado tarde y ya te han salido las agujetas…te damos unos trucos para hacerlas desaparecer antes:
Nada está probado al 100 por ciento eficaz, si te encuentras dolorido después de un duro entrenamiento o tras una competición, prueba estos métodos para hacer frente a las molestias.
1 Recuperación activa; La realización de una sencilla sesión de ejercicio aeróbico de bajo impacto aumenta el flujo sanguíneo y está vinculado con el dolor muscular disminuido. Después de un entrenamiento intenso o competición, utiliza esta técnica como parte de su enfriamiento.
2 Descansar y recuperarse: Simplemente esperar, el dolor desaparecerá en 3 a 7 días sin tratamiento especial.
3 R.I.C.E.: método estándar de tratamiento de las lesiones agudas, si su molestia es particularmente dolorosa (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación).
Ya no hay excusa…
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