LA ANEMIA DEL DEPORTISTA

¿Cuáles son los síntomas de la anemia?:

El primer síntoma que vamos a notar va a ser la disminución progresiva en el rendimiento deportivo, con dificultad para tolerar cargas intensas de trabajo o necesidad de mayores tiempos de descanso entre ellas. Si no se trata, irán apareciendo una sensación de cansancio general, el aumento de la frecuencia cardiaca en reposo y al esfuerzo, una disminución de la tensión arterial, palpitaciones, mareos e incluso soplos cardiacos.

Lo que hay que saber…

En la sangre hay una parte líquida denominada plasma y otra sólida constituida por células (los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas). El plasma sanguíneo es en su mayoría agua en la que, además de azucares, grasas y proteínas procedentes de los alimentos, hay disueltas hormonas, enzimas, vitaminas y minerales. Su adecuada composición se mantiene gracias a una correcta alimentación e hidratación y a un buen funcionamiento de los órganos internos.

Las células, cuando se relacionan con la cantidad de plasma, constituyen el valor hematocrito.

Por ejemplo, un hematocrito de 48% significa que el 48% del volumen de la sangre está constituido por glóbulos rojos, blancos y plaquetas y que el 52% restante es plasma sanguíneo.

Valores de hematocrito normales:

  • 37-47% en la mujer
  • 40-45% en el hombre.

Los glóbulos rojos o hematíes llevan oxígeno desde los pulmones a todas las células del cuerpo. Ese oxígeno va unido a una sustancia del interior del glóbulo rojo llamada hemoglobina. Para que se forme la hemoglobina es indispensable la presencia de hierro por lo que se debe procurar que las reservas del mismo (ferritina) estén normales.

Valores normales:

  • Glóbulos rojos:
  • 4-5,3 millones la mujer.
  • 4,4-6 millones el hombre.
  • Hemoglobina:
  • 12-16 gr./dl. la mujer.
  • 14-18 gr./dl. el hombre.
  • Ferritina:
  • 8-300 nanogr./ml. la mujer.
  • 18-440 nanogr./ el hombre.

Los esfuerzos exigidos por la alta competición pueden provocar modificaciones no saludables y por supuesto incompatibles con un buen resultado deportivo.

Cuando hablamos de anemia…no siempre es una verdadera anemia…

La falsa anemia del deportista:

En algunos deportistas se presentan niveles más bajos de hemoglobina, glóbulos rojos y hematocrito, debido a que el volumen plasmático de un deportista puede llegar a crecer hasta un 20%, por lo que las células sanguíneas se encuentran diluidas en más líquido, pero son suficientes y capaces de transportar suficiente oxígeno. Es un mecanismo de defensa orientado a que la sangre circule con menos dificultades por el interior de los vasos. Por él se explica que en términos generales los deportistas de fondo presentan hematocritos más bajos que la población general. No es necesario tratamiento ya que no es una alteración.

La verdadera anemia del deportista:

Hay una baja cantidad de glóbulos rojos, hematocrito y hemoglobina en los análisis. La mayor parte de las anemias de los deportistas cursan con disminución de hierro, lo que origina glóbulos rojos pequeños y poco pigmentados. Como consecuencia, el aporte de oxígeno y eliminación de CO2 es menor, y por tanto aumenta la carga de trabajo del corazón, aumentando la sensación de cansancio en el deportista así como la capacidad de recuperación del sobreesfuerzo.

Este hecho sirve para orientar al médico y diferenciar entre la verdadera y la falsa anemia, en la que los glóbulos rojos son normales. Si el nivel de ferritina está bajo la situación se complica un poco más y la recuperación tras el tratamiento será algo más tardía.

En el deportista las anemias se pueden producir por:

  • Aporte insuficiente de hierro en la dieta. En este aspecto, es importante que los deportistas de fondo que siguen una dieta estrictamente vegetariana (pobre en hierro de fácil absorción) controlen la ferritina (reserva de hierro).
  • Dificultad en su absorción. Los atletas tienen acelerado el tránsito de los alimentos por los intestinos y una sustancia como el hierro, de difícil absorción, podría ser eliminada en buena parte por las heces.
  • Aumento de las pérdidas por el aparato digestivo. En las pruebas de larga duración, los atletas pueden llegar a sufrir micro hemorragias intestinales porque el bajo riego sanguíneo de esta zona (la sangre está en los músculos) provoca pequeñas lesiones por necrosis (muerte por falta de oxígeno de las células de la mucosa intestinal).
  • Aumento de las pérdidas de hierro a través del sudor.
  • Rotura de hematíes. En algunas especialidades deportivas como la maratón o la pelota a mano, los impactos del pie o la mano contra el suelo o la pelota determinan que se rompan glóbulos rojos que pueden llegar a colorear la orina. Existe la posibilidad de hemólisis en deportistas causada por efecto mecánico, debido a que éste lesiona los eritrocitos y favorece su destrucción. Así sucede en corredores de largas distancias, en quienes la hemólisis ocurre como consecuencia del repetido impacto del pie sobre la superficie. La hemólisis durante y después del ejercicio puede ser resultado de correr largas distancias donde se golpea a los eritrocitos, pero también resulta de otros mecanismos, entre los que puede estar el estrés oxidativo.
  • Al hacer ejercicio aumenta la tasa de consumo de O2 en los tejidos. Durante el ejercicio exhaustivo, el empleo de oxígeno por parte del músculo se incrementa en 100 ó 200 veces si se compara con el estado de reposo. El estrés oxidativo puede ocurrir en individuos adaptados o no al ejercicio.

Se debe tener en cuenta que:

  • El ejercicio físico aumenta las necesidades de hierro.
  • La absorción a nivel intestinal puede ser menor, como consecuencia del trabajo muscular intenso, aumenta la velocidad del tránsito intestinal y por tanto la absorción de hierro a nivel intestinal es menor.
  • La pérdida de hierro en la población deportista es mayor que en la población sedentaria debido a: una mayor sudoración, microlesiones que genera el ejercicio físico, mayor menstruación en mujeres…

Tratamiento de la anemia ferropénica (verdadera anemia):

Una vez diagnosticada la anemia ferropénica el tratamiento se basa en la reposición de los niveles de hierro. Dieta y/o medicamentos (recetados por el médico).

  • El hierro contenido en los alimentos de origen animal (carne, hígado, pescado azul) contienen un tipo de hierro, hierro hemo, que se absorbe mejor que el hierro no hemo aportado por los vegetales (cereales integrales, legumbres, verduras y hortalizas) y la yema del huevo.
  • Además existen nutrientes como la vitamina C y las proteínas que favorecen la absorción del hierro alimentario.
  • Si se consume legumbres se debe incluir alimentos ricos en vitamina C (pimiento, tomate, perejil, limón, kiwi, naranja…) o proteínas (carne, pescado, huevo) para mejorar la absorción del hierro. Ejemplo: lentejas con pimiento o garbanzos con pescado.
  • Si se consume carne, pescado o huevo para mejorar la absorción de hierro hemo una alternativa es introducir un cítrico de postre o acompañar el plato con un alimento rico en vitamina C (pimiento, perejil, cítrico, kiwi, fresones, frutas tropicales (piña, papaya, guayaba, mango…). Ejemplo: carne con zumo de naranja o pescado aliñado con limón o carne acompañada con pimientos o pescado con ajo y perejil
  • .La biodisponibilidad del hierro de los alimentos de origen animal es mayor que la de los vegetales. Además su absorción aumenta:
  1. Si su ingesta se acompaña de vitamina C (naranjas, limón, pomelos, kiwi).
  2. Si se obtiene o acompaña de las proteínas de la carne o el pescado.
  3. Si la acidez gástrica es mayor (en ayunas).
  • La germinación es un proceso que provoca transformaciones en el alimento. Aumenta el contenido de hierro asimilable: por lo tanto cuando se preparen ensaladas se recomienda incluir germinados.
  • Se aconseja no tomar alimentos ricos en hierro en la misma toma que alimentos que puedan dificultar su absorción, como: café, té, cacao, alimentos ricos en calcio, lácteos o pan.

Los medicamentos:

El sulfato ferroso por vía oral es el tratamiento de elección para las deficiencias de hierro. Su absorción es óptima cuando se está en ayunas. La vitamina C interviene de forma positiva.

El hierro tomado sin control puede ocasionar serios problemas de salud ya que a las alteraciones digestivas que ocasionalmente provoca es preciso añadir el riesgo de que se acumule en ciertos órganos dando lugar a importantes enfermedades.

Esperamos haber aclarado dudas en cuanto a una posible causa de fatiga crónica en el deportista.

Este artículo ha sido elaborado a partir de información extraída de:

  • www.salud.mapfre.es
  • www.bizcaia.es
  • “El deporte como causa del estrés oxidativo y hemólisis”. Dr. Bonilla y colaboradores.

 

 

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