NIÑOS Y ADOLESCENTES SEDENTARIOS

La actividad física es básica para tener una vida saludable y prevenir algunas enfermedades. Practicar deporte es importante en todas las edades y aporta muchos beneficios, como mejorar la condición física, las relaciones sociales y el desarrollo personal.

Más del 80% de los adolescentes no realiza ningún tipo de actividad física.

La falta de ejercicio entre los adolescentes supone un problema. Los niños y adolescentes entre 5 y 18 años necesitan una hora de actividad física al día como mínimo.

El sedentarismo puede ser un factor de riesgo directamente relacionado con algunas enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Es necesario promover una vida sana y activa a estas edades, así también se reforzará su crecimiento personal y social.

Deben encontrar la motivación necesaria para que practicar alguna actividad física, da igual la que sea. Lo que les guste. Así pondrán todo su esfuerzo de forma voluntaria en el deporte que hayan decidido practicar.

Cualquier ejercicio físico contribuirá al desarrollo personal, la integración social y el aprendizaje de valores relacionados con el deporte.

La tendencia actual en la infancia y la adolescencia es a moverse cada vez menos, lo que favorece la aparición de enfermedades crónicas en la vida adulta, que aparecen porque el cuerpo no está diseñado ni preparado para el sedentarismo.

Es muy recomendable que los niños y adolescentes realicen actividad física de forma habitual, que esta forme parte de su estilo de vida y que disminuyan el sedentarismo.

Si sumamos las horas de clase en el colegio, las de sueño nocturno, las que se emplean en los deberes y viendo la televisión o jugando con pantallas de ordenador y otras pantallas, los niños y adolescentes pasan muchas más horas en un estado de inactividad física que en movimiento.

Un estilo de vida físicamente activo en la infancia y adolescencia es una buena forma de prevención de ciertas enfermedades crónicas muy frecuentes en la edad adulta, como la obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, los problemas músculo-esqueléticos y los problemas de salud mental.

Los hábitos saludables que se inician en estas etapas de la vida son más fáciles de mantener en la edad adulta.

Para que la actividad física sea saludable, es importante que sea regular, es decir, que forme parte de la actividad diaria. La actividad física realizada de forma esporádica no alcanza los beneficios en salud que se obtienen con una actividad física regular, pero de una forma u otra, cualquier tipo y cantidad de actividad física ayuda a combatir el sedentarismo.

El sedentarismo es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico interviene en la mejora de la salud de la persona sedentaria y reduce su riesgo cardiovascular.

Los niños de hoy en día tienen peores hábitos de alimentación, ejercicio físico y ocio. La práctica deportiva se suele reducir a las horas que imparten en las escuelas al tiempo que el ordenador, los videojuegos y la televisión se convierten en sus principales vías de esparcimiento.

Es necesario tener una vida activa, con ejercicio moderado y actividades al aire libre ya desde la infancia para ayudarles a convertirse en adultos sanos.

La pirámide del ejercicio físico es una ayuda visual rápida y sencilla que nos sirve como recordatorio de qué tareas se pueden repetir a diario y cuáles debemos minimizar.

En la base se encuentran las actividades que hay que realizar diariamente, como subir y bajar las escaleras, caminar, jugar de forma activa, ayudar en las tareas domésticas, pasear al perro…

Conforme ascendemos, las que hay que realizar de forma más periódica, por ser más intensas, son los deportes como el fútbol, baloncesto, natación…

Para terminar, en la cima están aquellas actividades que es recomendable reducir, ya que favorecen el sedentarismo, como ver la televisión.

La importancia de la familia:

La probabilidad de que los adolescentes sean sedentarios es cuatro veces mayor si los padres son inactivos.

Por este motivo las actividades deportivas en familia son indispensables para combatir el sedentarismo entre los adolescentes, para dar ejemplo y destacar la importancia del deporte para mantenerse sano.

En un informe sobre la actividad infantil y juvenil realizado en España en el año 2016, se refleja que el entorno familiar es fundamental para que los niños sean activos físicamente. El indicador muestra un porcentaje más elevado de niños que realizan deporte cuando su entorno es más activo físicamente y les apoyan para que hagan ejercicio. En concreto, de los niños y niñas de 8 y 9 años que son activos, el 80% tiene algún familiar activo; y en los adolescentes que son activos, el 40% tiene algún familiar que lo es.

No hay mejor manera de combatir el sedentarismo infantil que promover el deporte y si es en familia, mejor, ya que se creará un hábito de por vida. Porque no hay que olvidar que “los hijos son el reflejo de sus padres”.

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

  • www.enfamilia.aeped.es
  • www.lavanguardia.com
  • www.fundacionrafanadal.org
  • www.fundaciondelcorazon.com
  • www.efesalud.com

 

¿DESENTRENAMIENTO O SEDENTARISMO?

El desentrenamiento se define como una interrupción parcial o total del entrenamiento.

Se diferencian dos tipos: el desentrenamiento de corta duración (DCD), inferior a 4 semanas, y el desentrenamiento de larga duración (DLD), superior a 4 semanas. El tipo de desentrenamiento y el nivel de rendimiento caracterizan los cambios cardiorrespiratorios, musculares y metabólicos. .

Desentrenamiento es la pérdida parcial o completa de las adaptaciones fisiológicas, anatómicas y del rendimiento conseguido con el proceso de entrenamiento y como una consecuencia de la reducción o la suspensión del proceso de entrenamiento.

Muchos factores, como las lesiones más o menos graves, el trabajo físico o el momento de conclusión de la temporada, pueden influir en la duración y los efectos de un período de desentrenamiento

 

Esta eliminación de sobrecarga puede ser total o parcial, en dependencia del régimen o modo de vida (posterior) que adquiera la persona.  Este proceso de reducción de la capacidad de trabajo física, se produce en todo el sistema orgánico, aunque en el Sistema Nervioso Central quedan huellas que pueden ser de fácil reactivación y que a su vez influyen en la reactivación del resto de los sistemas del cuerpo humano, a pesar de que hayan pasado muchos años y que por regla general el nivel de capacidad de trabajo a alcanzar no ser igual a los obtenidos en etapas anteriores.

El organismo de un ex-deportista es capaz de perder y rescatar hasta cierto nivel la capacidad de trabajo física. De la misma forma que sucedía cuando era deportista activo y se producía un trauma o enfermedad durante el período de preparación o entrenamiento.

Gracias a la gran capacidad de adaptación del organismo, en especial del Sistema Nervioso Central, el mismo es capaz de soportar, e incluso adaptarse, a una serie de alteraciones en el plano de la salud que se han presentado en forma síntomas. Se les podría denominar síndrome agudo de postcarga longeva. Esto ocurre cuando estas alteraciones se producen de forma brusca o rápida. Los deportistas de alta competición que interrumpen su entrenamiento en diez días comienzan a experimentar cambios en su cuerpo que tienen que ver con el desentrenamiento. En pocos días la ausencia de estímulos comienza a producir la pérdida total o parcial de las adaptaciones orgánicas inducidas por el entrenamiento.

Desafortunadamente, las adaptaciones fisiológicas que se producen con el entrenamiento físico no son permanentes. Pocos días después de dejar de entrenar se produce un descenso significativo de la función cardiovascular y del potencial metabólico muscular que coinciden con una reducción del rendimiento físico

Una de las alteraciones fundamentales es el rápido deterioro de la condición cardiorrespiratoria.

Para estos deportistas, sometidos a sesiones intensivas de entrenamiento, un periodo de falta de trabajo parece producir una acelerada disminución del consumo máximo de oxígeno. La eficacia de la función respiratoria baja rápidamente al cesar el estímulo de la preparación física.

Por otro lado, se produce una alteración en el metabolismo, particularmente en la capacidad para generar energía a partir de la ingesta y en los modos en que esa energía se pone a disposición del requerimiento físico intenso.  La pérdida de forma física inducida por la falta de entrenamiento tiene que ver con los hidratos de carbono y las grasas. En pruebas de resistencia se da el predominio de las grasas como fuente de energía frente a la que representan los hidratos de carbono. Su disponibilidad quedaría reducida en sólo 10 días a partir del momento en que el atleta abandona su programa habitual de training.

Efecto del desentrenamiento a nivel Cardiovascular:

Consumo máximo de oxígeno.

El aumento del VO2 max que se produce en un sedentario que participa en un programa de entrenamiento de resistencia aeróbica puede desaparecer completamente después de 2- 3 meses de inactividad.

Cómo evitar el desentrenamiento: 

Si te vas de vacaciones o cambias de hábitos pero no quieres volver atrás en tus progresos, necesitas un plan. Te puede bastar con tres sesiones por semana para no perder lo que has ganado. La fuerza muscular se retiene casi intacta durante un mes sin entrenar y puede mantenerse, aunque no mejorar, con una sesión de musculación cada 10 días. La resistencia se esfuma más rápido. En un mes puedes perder hasta un 40%.

Del desentrenamiento al sedentarismo:

El sedentarismo es la falta de actividad física regular definida como: menos de treinta minutos de ejercicio regular y menos de tres días a la semana

Sedentarismo es el termino usado para designar el estilo del vida moderno, en que el ser humano debido al gran avance de la tecnología, precisa poco o nada el esfuerco físico para conseguir medios necesarios para el mantenimiento de la vida.

La inactividad física se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca e incluso se ha establecido una relación directa entre el estilo de vida sedentario y la mortalidad cardiovascular. Una persona sedentaria tiene más riesgo de sufrir arterioresclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.

Cómo se previene el sedentarismo:

Al igual que otros factores, el sedentarismo es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico interviene en la mejora de la salud de la persona sedentaria y reduce su riesgo cardiovascular. En este sentido, hay un aspecto fundamental que es la prevención en la infancia. Los niños de hoy en día tienen peores hábitos de alimentación, ejercicio y ocio. La práctica deportiva se suele reducir a las horas que imparten en las escuelas al tiempo que el ordenador, los videojuegos y la televisión se convierten en sus principales vías de esparcimiento. Educar a los más pequeños en la necesidad de tener una vida activa, con ejercicio moderado y actividades al aire libre es el único método para ayudarles a convertirse en adultos sanos. Sin olvidar, además, que esa prevención colaboraría en la mejora de las cifras de colesterol y sobrepeso de los más pequeños.

Es muy buena idea practicar deporte en familia,

Tratamiento del sedentarismo:

El sedentarismo sólo se combate con actividad física .

La clave está en modificar los hábitos sedentarios de vida y ocio y transformarlos de forma que se incremente nuestro nivel de actividad física y deporte. ¿A qué esperas para empezar a correr?.

En el caso de los adultos sedentarios que llevan mucho tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio es conveniente que consulten a su médico: tan peligroso es para la salud no hacer nada de deporte como, en esa situación, lanzarse a un ejercicio exhaustivo y desmedido de forma aislada.

En los últimos años, el sedentarismo ha sido catalogado como uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, con un rango similar al de la hipertensión y el colesterol elevado. Lo peor es que el sedentarismo se suele acompañar de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares .

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

  • www.carreraspopulares.com
  • www.apunts.org
  • www.monografias.com