Correr al amanecer implica levantarse pronto pero tiene muchas ventajas tanto para la salud, como para organizar mejor los compromisos del día.
Lo más importante es tener en cuenta la época del año en la que estamos. No es lo mismo correr a esa hora en verano que en invierno.
En verano la temperatura a esa hora será más baja con lo cual reducirás el desgaste y la sudoración por termorregulación.
Pero en invierno… te recomiendo que leas nuestro artículo sobre correr con frio y valores tu mismo si te conviene madrugar en invierno o no.
Si te acostumbras a correr al amanecer, notarás que poco a poco consigues un mejor rendimiento muscular, pues tus tejidos vienen de estar en reposo varias horas y listos para trabajar.
Prepara todo con antelación.
Es un buen truco, no solamente para ahorrar tiempo, sino para tener una razón más para salir. Ver todo listo sobre la silla te puede quitar algo de la pereza de salir tan temprano. Otro truco es incluso preparar la ropa para después del entrenamiento ganando así algo más de tiempo.
Pero…nunca robes tiempo de sueño.
No entrenes por la mañana a cuenta de dormir menos. Quitar horas de sueño hará que tu cuerpo sufra para recuperarse y tendrá más riesgo de lesiones. Si puedes…respeta tus ocho horas de sueño.
Cuida la cena del día anterior.
Si has cenado de forma adecuada no caerás en la tentación de desayunar demasiado.
Desayuna siempre…pero no te pases.
Salir a entrenar en ayunas puede ser bueno en determinados momentos de la temporada, pero no es aconsejable hacerlo como norma. Busca un desayuno equilibrado, con un buen aporte de hidratos de carbono y algo de proteína. Siempre consume líquidos para hidratarte después de ocho horas sin haber bebido nada.
No hace falta desayunar muy fuerte. Pan, fruta, café o infusiones son los alimentos más socorridos. Si desayunas muy fuerte corres el riesgo de tener problemas estomacales durante el entrenamiento.
El segundo desayuno…es tu premio al madrugón.
Es muy aconsejable hacer un “segundo desayuno” después del entrenamiento, en el que vuelvas a comer algo de fruta y algo de hidratos para reponer energías.
Comienza con entrenamientos suaves.
No intentes hacer entrenamientos de calidad en los primeros días. Deja que tu cuerpo se vaya acostumbrando a las sensaciones de entrenar tan pronto por las mañanas. Poco a poco podrás ir aumentando la intensidad y duración de los entrenamientos.
Correr genera endorfinas, las llamadas «hormonas de la felicidad».
Puedes leer algunos testimonios aquí.
Empezar el día corriendo te hará enfrentar la rutina diaria de otro modo y tendrás todo el día por delante para ¡aprovecharlo y disfrutar!.
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:
- www.vivodeporte.com
- www.carreraspormontana.com
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