Hoy proponemos una excursión para hacer en familia y/o con amigos, y una prueba más del efecto antiestrés de caminar por la montaña.
Salimos de Barcelona y llegamos a Riells muy fácilmente por la autopista AP-7 y tomando la salida 11, la de Sant Celoni. Allí tomamos la carretera C-35 hacia Girona y Hostalric, hasta el desvío a Breda, a unos 4 kms. Dentro de Breda mismo cogeremos la carretera GIV-5521, hacia Riells. Está bien indicado. Son unos 7 kms. y pronto llegaremos ante la explanada donde se alza la ermita de Sant Martí. A esta ermita se le llama abadía porque fue regentada por Pere Ribot desde 1941 hasta 1997. Aquí se hacían misas en catalán durante la postguerra, cuando estaban prohibidas, encuentros de literatos, jornadas de resistencia antifranquista y conciertos de música tradicional catalana.
Allí mismo hay buen aparcamiento. Una vez visitada la iglesia, si está abierta, lo más indicado es caminar por la pista que hay justo enfrente del templo, hacia la derecha.
Pronto veremos la riera, saltando entre piedras y árboles. El camino que la recorre la cruza varias veces mediante unos puentes ahora a mano derecha, ahora a mano izquierda. La mejor manera de no perderse es ir siempre por el camino a la orilla del agua. Caminaremos hasta donde las fuerzas nos acompañen.
Cruzaremos por un puente de tablas y disfrutaremos del ruido del agua.
Ahora el camino sube ligeramente y discurre entre castaños centenarios y grandes piedras.
Estamos caminando por el»Clot de l´Infern».
Nosotros comemos aquí y emprendemos el camino de regreso por donde hemos venido, ya que los más peques igual no aguantan el recorrido entero.
Si quereis seguir la ruta…acaba siendo un camino circular que os lleva de nuevo a la ermita de Sant Martí.
Para los que hagais el recorrido circular, siguiendo por el camino de la riera llegareis al «Gorg Negre». Un salto espectacular de agua.
Existe una leyenda popular sobre este lugar.
Se dice que cerca de aquí, en la masía de «Can Perarnau» vivia Sebastiâ. Venía cada día a pasear por este lugar y un día vió una chica sumergirse en el agua del Gorg. Se enamoró de ella, la llamaba cada día pero ella no aparecía. Un día apareció y aceptó casarse con él con la condición que no contara a nadie que era una «mujer de agua». Un día la mujer ordenó a los jornaleros recoger toda la cosecha de trigo, aunque estaba aún verde. Sebastià se enfado mucho y maldijo a su mujer y ella desapareció para siempre. Después cayó una tormenta que destrozó todas las cosechas del valle excepto la de «Can Perarnau», que se salvó gracias a las órdenes de la mujer de agua.
Si seguís caminando llegareis a un punto en el que confluyen dos rieras. Teneis que seguir la riera que baja por la izquierda hasta llegar a un gran hayedo. Seguid caminando por un camino estrecho entre el bosque y que empieza a bajar. Cuidado con los resbalones. Dejareis atrás el hayedo y encontrareis encinas. Seguid bajando y teniendo cuidado con las piedras del camino. Encontrareis un desvío a la izquierda que os llevará, bajando aún más, al camino de los castaños que habíamos encontrado al inicio e la ruta, al lado de la riera. Llegamos al puente de madera… y a la ermita.¡Circuito completado!
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