DEPORTE Y RENDIMIENTO ESCOLAR

Ahora ya se está acabando el curso escolar… Los niños y adolescentes están desesperados por terminar. Y a unos les habrá ido mejor que a otros.

Hoy vamos a hablar de cómo el deporte puede mejorar el rendimiento escolar….Para que el curso que viene vaya aún mejor que este.

La actividad física no solo nos proporciona beneficios a nuestro cuerpo, sino que también desempeña un papel crucial en el ámbito psicológico y en el rendimiento intelectual.

Un porcentaje bastante elevado de los jóvenes abandona la práctica deportiva por falta de tiempo, que entienden deben dedicar a sus estudios. Sin embargo, ese tiempo dedicado a la actividad física nunca es perdido.

Igual piensas que en época de exámenes no tienes tiempo para salir todos los días a correr, por ejemplo, pero hacer una hora de deporte te ayudará a que la mente salga de la rutina, se relaje y, con ello, a la vuelta a la mesa de estudio estés más relajado y de nuevo preparado para estudiar.

La mayoría de los estudios que se han desarrollado concluyen que más allá de los innumerables beneficios que para la salud tiene la práctica de deporte, éste ayuda a alcanzar mejores resultados desde el punto de vista académico y profesional. 

Varios estudios demuestran que la fuerza muscular y la capacidad motora guarda una gran relación con el rendimiento académico, además de trabajar valores de competencia personal tan importantes como la perseverancia, la gestión de conflictos, la superación personal, etc.

Más actividad aeróbica, menos degeneración neuronal:

Practicar deporte activa las zonas cognitivas del cerebro relacionadas con la atención, concentración y memoria. Por lo tanto, ayuda a mejorar el rendimiento académico.

La práctica deportiva mejora los procesos cerebrales pues el ejercicio aeróbico estimula los componentes celulares y moleculares del cerebro, tal y como explican W. Ramírez y S. Vinaccia en su estudio sobre el impacto de la actividad física sobre la salud, la cognición, la socialización y el rendimiento académico.

Esto se debe a que la actividad física provoca que el músculo segregue IGF-1 –un factor de crecimiento similar a la insulina-, que entra en la corriente sanguínea, llega al cerebro y estimula la producción del factor neutrófico cerebral, responsable del mantenimiento de la salud de las neuronas. A mayor actividad aeróbica, menor degeneración neuronal. La mejoría en la circulación y en la respiración provoca que el cerebro se encuentre más atento y concentrado.

El deporte tiene efectos muy positivos en el cuerpo, en el rendimiento intelectual y escolar, y en la mejora de la socialización.

Estudios científicos avalan esta amplia diversidad de beneficios asociados a la práctica deportiva. Así, el estudio desarrollado entre la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de las Islas Baleares dirigido por Ramón Cladellas, con una muestra de 721 alumnos de ambas regiones, concluyó que la sola realización de algún tipo de actividad extraescolar (ya sea recreativa-deportiva o cognitiva, o una combinación de ambas), incide “positivamente y significativamente” en los resultados académicos obtenidos.

El doctor Kubota de la Universidad de Handa (Japón) realizó un estudio con jóvenes adultos sedentarios, a los cuales se les aplicó un protocolo de evaluación cognitiva, antes de someterlos a un programa de entrenamiento físico. El programa consistía en correr 30 minutos, tres veces por semana durante tres meses. Al cabo de ese tiempo, se les evaluó de nuevo, con una serie de test diseñados por ordenador cuyo objetivo era comparar la capacidad para memorizar objetos. Todos los participantes mejoraron sus resultados y aumentaron la velocidad de procesamiento de información.

Se recomienda alternar las horas de estudio con pequeñas pausas para ejercitar el cuerpo. Cada vez estamos más tiempo inactivos a nivel muscular. Nuestro modelo de vida, tan unido a la tecnología, nos conduce a actividades con menos movimiento.

Los estudiantes que practican más deporte presentan unos mejores resultados académicos. Por otro lado, los más sedentarios tienen un peor rendimiento académico. Estar muchas horas sentados conlleva a una fatiga cerebral.

Realizar deporte mejora la atención, el estado de alerta y la memoria. Nuestra mente estará más predispuesta al estudio.

Cuántas horas de deporte debemos practicar: menos de 10 horas a la semana:

No es recomendable excederse con las horas de práctica deportiva. Esto podría tener una repercusión negativa, ya que el estudiante sufrirá de estrés, no dormirá suficiente y se sentirá más cansado. Como consecuencia, solo lograremos el efecto contrario, es decir, que el rendimiento académico empeore.

Según algunos estudios, lo más apropiado es realizar entre 2 y 5 horas de actividad física a la semana. La práctica de ejercicio moderada favorece a los patrones de descanso y el mejor aprovechamiento de las horas de estudios.

 

La práctica moderada favorece el desarrollo de patrones de descanso adecuados y el mejor aprovechamiento en la escuela, al desarrollarse habilidades de gestión del tiempo y el esfuerzo. Sin embargo, la no realización de actividades o la dedicación de más de diez horas a la semana repercuten igualmente en un menor rendimiento académico, pues hay niños que pueden padecer consecuencias de la práctica excesiva como el cansancio, la falta de sueño y concentración, estrés, etcétera.

Lo ideal sería encontrar un equilibrio para que, a través de una correcta organización, niños y adultos podamos disfrutar del ejercicio y beneficiarnos de todas sus increíbles ventajas para el cuerpo y la mente.

La clave está en contar con una buena planificación de las tareas diarias y no excederse con las horas de entrenamiento para poder obtener todos los beneficios sin llegar a sufrir consecuencias negativas.

El deporte estimula el desarrollo de ciertos valores que nos resultarán útiles para el rendimiento académico como por ejemplo la superación y la autodisciplina. También nos hace ser consciente de la relación entre esfuerzo-triunfo.

El superarnos cada día a nivel físico nos demuestra que somos capaces de ser mejores cada día y lo que entrenamos en el plano deportivo nos motiva también para seguir creciendo como estudiantes. 

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

 

 

 

 

 

NIÑOS EN MOVIMIENTO

¿Qué tal las vacaciones?. ¿Habeis descansado o habeis estado activos?.

Siempre hemos defendido los beneficios del deporte en cualquier aspecto de la salud y por este motivo nosotros empezamos la nueva temporada hablando de los peques de la casa… Porque cada vez los niños son más sedentarios y ¡hay que poner remedio!

Niñ@s en Movimiento es un programa multidisciplinario dirigido a niños de 7-12 años de edad con sobrepeso y/u obesidad y a su entorno familiar. Centra su atención en la salud general del niño y no sólo en el peso y la alimentación. Engloba las áreas social, física y emocional,.

Este programa se realiza en el hospital materno infantil Vall de Hebron de Barcelona desde 2003. Inicialmente empezó con el programa Niños en Movimiento para niños de 7 a 12 años de edad, y posteriormente se han desarrollado los programas para adolescentes y para preescolares de 5-6 años.

Está dirigido a pacientes y a su entorno familiar y tiene como base tres premisas:

  • cambiar estilos de vida
  • ofrecer educación alimentaria
  • mejorar la autoestima y otros componentes psicológicos

La obesidad infantil constituye uno de los problemas de salud pública más importantes de nuestra sociedad, no sólo porque su incidencia está aumentando de forma considerable (se estima que se ha triplicado en los últimos 15 años), sino también porque la obesidad del niño tiende a perpetuarse en la adolescencia y la del adolescente en la vida adulta. La obesidad infantil constituye un factor de riesgo para el desarrollo, tanto a corto plazo (infancia y adolescencia) como a largo plazo (vida adulta), de complicaciones ortopédicas, respiratorias, cardiovasculares, digestivas, dermatológicas, neurológicas, endocrinas, ciertas formas de cáncer y, en general, una menor esperanza de vida. Además, los niños obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y expresan sentimientos de inferioridad y rechazo. El acoso del que muchas veces son víctimas dificulta tanto a corto como a largo plazo su desarrollo social y psicológico.

Los tratamientos para la obesidad en niños deberían incluir, además de los cambios alimentarios y de estilo de vida, estrategias para mejorar la autoestima, desarrollar la autoeficacia, mejorar la comunicación con ellos mismos y con los demás, de modo que puedan ser agentes de cambio en la búsqueda del propio bienestar. Si conseguimos que los propios pacientes sean los agentes de cambio de su cuerpo y de su forma de pensar, vamos a tener el éxito asegurado o un porcentaje mayor de éxito.

La modificación de la conducta alimentaria, el estímulo de la actividad física y el apoyo emocional son los pilares sobre los que sigue descansando el tratamiento de la obesidad tanto en el adulto como en el niño y el adolescente. Además, durante la infancia se añade un factor más: el ambiente familiar.

OBJETIVOS DEL PROGRAMA:

El programa se propone introducir cambios en aquellos estilos de vida, hábitos alimentarios y trastornos emocionales que contribuyen a la ganancia de peso. Contempla objetivos específicos para los niños y para sus padres y/o familiares.

Objetivos dirigidos a los niños:

  • Ofrecer conceptos básicos de nutrición y alimentación.
  • Promover la actividad física.
  • Impulsar conductas asertivas.
  • Aumentar o mantener la autoestima.
  • Normalizar el IMC. 6.Prevenir complicaciones médicas relacionadas con la obesidad.

Objetivos dirigidos a los padres:

Hay que concienciarles sobre la problemática. Muchos no son consientes de que su hijos tienen sobrepeso, tampoco que el niño no se alimenta de manera adecuada. La única manera de que el niño se adhiera al tratamiento es que los padres también lo hagan. Hay que promover a nivel familiar una alimentación normocalórica equilibrada, actividad física y estilos de vida saludables.

  • Concienciar sobre la problemática del niño.
  • Acentuar la importancia de su participación activa como acompañante del niño en su proceso, durante y después del programa.
  • Ofrecer conceptos básicos de nutrición y alimentación.
  • Promover la actividad física.
  • Impulsar conductas asertivas.
  • Mejorar o mantener la autoestima.
  • Facilitar cambios emocionales en el entorno familiar

MATERIAL DIDÁCTICO DE APOYO:

Utiliza técnicas cognitivo-conductuales y afectivas. Es de carácter grupal (6-7 niños/grupo) y se desarrolla en 2 espacios simultáneos y separados, uno para los niños y otro para los familiares (uno o 2 por cada niño, preferentemente padres y/o abuelos), donde se analizan y expresan las emociones relacionadas con el sobrepeso, la obesidad y sus consecuencias a corto y a largo plazo. Se desarrolla en sesiones de hora y media de duración, una por semana durante 11 semanas. Promueve una alimentación normocalórica y equilibrada y no persigue disminuciones rápidas del índice de masa corporal (IMC), sino que éstas se plantean a medio y largo plazo, contando con el hecho de que el niño está en época de crecimiento y que una alimentación equilibrada contribuirá a la normalización progresiva de su IMC..

Trabaja los siguientes temas:

  • alimentación
  • publicidad engañosa
  • autocontrol
  • imagen corporal
  • comunicación
  • resolución de conflictos
  • asertividad
  • derechos personales
  • autoestima
  • relajación
  • actividad e inactividad física (horas de televisión,  juegos de ordenador e internet)

Son sesiones semanales dirigidas a los niños, y también dirigidas a los padres y familiares. El material didáctico correspondiente a cada tema semanal está contenido en una serie de cuadernos para los niños y en otra serie diferente para los padres y familiares.

Cada sesión se inicia con 15 min de ejercicio físico de relajación, que incluye movimientos corporales que hacen hincapié en la respiración. Se continúa con la revisión del tema semanal correspondiente que figura en el cuaderno de niños y que éstos habrán trabajado previamente en su casa. El tema semanal se aborda mediante la exposición oral, juegos educativos y de intercambio de roles, siguiendo el guion incluido en el cuaderno. El objetivo es dar y reforzar progresivamente una serie de conocimientos sobre alimentación, actividad física y emotividad que puedan ser fácilmente asimilados por los niños de estas edades. Hay 10 cuadernos, uno para cada semana.

Contenido de los cuadernos y de las sesiones semanales para los niños:

Cuaderno Tema
1 Introducción y explicación del programa. Conociéndose. La importancia del desayuno
2 Imagen corporal: sentimientos acerca del cuerpo. Frutas y verduras.
3 Clasificando los alimentos: libres, ligeros, pesados y megapesados.
4 Ejercicio físico: parte 1. Actividad física en la vida cotidiana. Pirámide del ejercicio. ¿Cuánto tiempo veo la TV?.
5 Ejercicio físico: parte 2. Plan de ejercicio. Etiquetas nutricionales.
6 Pirámide de los alimentos. ¿Por qué siento hambre?. Diferenciar el hambre de otros sentimientos. La importancia de no saltarse comidas.
7 Sentimientos: parte 1. Queriéndose a uno mismo. Aprendiendo a diferenciar los sentimientos. Los derechos personales.
8 Sentimientos: parte 2. La importancia de hablar de nuestros sentimientos. Asertividad.
9 Anuncios publicitarios de alimentos. ¿Nos inducen a comer?. Comiendo a deshoras.
10 Sentimientos: parte 3. Evitar el aburrimiento. Posibles recaídas. Conflictos familiares y situaciones especiales.
11 Revisión de los logros. Felicitaciones y entrega de diplomas.

 

Contenido de los cuadernos y de las sesiones semanales para los familiares:

Cuaderno Tema
1 Introducción y explicación del programa. Conociéndose. La importancia del desayuno
2 Plantearse un objetivo. Clasificando los alimentos según su contenido calórico.
3 Imagen corporal. Medias mañanas y meriendas.
4 Comidas y cenas. La importancia de no saltarse tiempos de comidas. Dietas milagrosas
5 Ejercicio físico en la vida cotidiana. Pirámide del ejercicio.
6 Selección de alimentos adecuados. Etiquetas nutricionales. Vitaminas y minerales. Pirámide de los alimentos.
7 Los sentimientos parte 1. Comunicación efectiva. Dieta mediterránea.
8 Los sentimientos parte 2. Lo que pensamos de nosotros mismos. Mitos sobre los alimentos.
9 Recaídas. Estrategias para evitar monotonía.
10 Sentimientos parte 3. Con que disfrutas. La importancia de ser bondadoso con uno mismo.
11 Repaso general de lo aprendido en el programa. Revisión de los logros. Felicitaciones y entrega de diplomas.

 

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

  • www.elservier.es
  • www.fundacioagrupacio.es
  • www.aupag.org
  • www.institutotomaspascualsanz.com