Buenos dias.
Muchos de vosotros ya nos conoceis. Aquí hablaremos de consejos de farmacia, running, y senderismo en familia.
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SALUD EN FORMA
Si estás resfriado y quieres hacer deporte, es recomendable reducir la intensidad de la sesión de entrenamiento.
Si eres de los que no puede vivir sin dejar de entrenar ni un solo día, sigue los siguientes consejos si quieres recuperarte pronto:
No olvideis que siempre teneis un farmacéutico cerca que os recomendará lo mejor para aliviar vuestros síntomas.
Si sois de los que no os gusta correr…hoy intentaremos haceros cambiar de idea. Empezamos con un video:
¿Aún no os hemos convencido?
¿Necesitais argumentos, motivación y alguna norma para no ser derrotado por la pereza?
Salir a correr en otoño puede ser tan gratificante como en primavera y, por supuesto, tu figura y tu forma física te lo agradecerán.
Aquí os dejamos unos buenos consejos para no abandonar a la primera:
Estamos seguros de que el que lo prueba…se engancha. Tenemos muchos testimonios de running.
A ver cuantos de vosotros acabareis diciendo…
La coenzima q10 es uno de los elementos que más presencia tiene en nuestro organismo y que aporta directamente energía a nuestras células; llamado también como el combustible de las células.
El contenido de coenzima Q10 disminuye en el cuerpo humano con la edad, pero también puede disminuir por el estrés, por ciertas enfermedades o por la toma de algunos medicamentos como las estatinas para bajar el colesterol, algunos antidepresivos, ansiolíticos, etc. También la práctica de ejercicio o el sobreesfuerzo físico consumen energía y por tanto aumentan el requerimiento de coenzima Q10.
Para los deportistas la coenzima Q10 es una gran aliada ya que al ser un potente antioxidante ayuda a reducir el estrés oxidativo del ejercicio y el entrenamiento.
Se sintetiza en el hígado a partir del aminoácido tirosina y la podemos encontrar luego en todas las células del organismo. Por eso es imprescindible tener unos niveles adecuados de coenzima q10. Forma parte de las membranas de las mitocondrias, que son los orgánulos de las células encargados de la producción de la mayor parte de la energía que requiere nuestro organismo.
La también llamada ubiquinona tiene grandes propiedades cardioprotectoras además de que potencia el sistema inmunitario. Las concentraciones más altas de la coenzima Q10 se encuentran en el corazón, los riñones, el hígado y los músculos porque son los órganos que requieren más energía. Una carencia del 25% de la coenzima q10 en las células ya es suficiente para causar serios problemas en dichos órganos.
Como antioxidante, la coenzima Q10 puede inhibir potencialmente los efectos nocivos que contribuyen a la formación de la aterosclerosis al inhibir la oxidación del LDL colesterol (colesterol malo) que es una de las causas de formación de ateromas y porque además es uno de los nutrientes principales del tejido cardíaco, favorece su oxigenación y combate los radicales libres, por lo que puede contribuir al tratamiento y prevención de problemas cardiacos (angina de pecho, infartos, etc.).
Estos son algunos de los beneficios de consumir coenzima: regula la hipertensión, protege de las enfermedades del corazón, disminuye la fatiga crónica, distrofias musculares, angina, asma, aumento de la energía, protege al organismo de la oxidación celular, incrementa la fuerza cardíaca, aumenta la energía.
Hemos de tener presente que la coenzima Q10 puede tener interacciones medicamentosas:
La CoQ10 puede tener interacciones potencialmente peligrosas con algunos medicamentos esenciales. Los diabéticos que la toman pueden experimentar un cambio en sus necesidades de insulina. Un área de alto riesgo involucra a los medicamentos recetados con estatinas. Estas pueden reducir los niveles de CoQ10 del cuerpo y reducir la eficacia de los suplementos que la contienen. Además, la coenzima Q10 puede cambiar la respuesta del cuerpo a la warfarina, otro anticoagulante.
Coenzima Q10 y medicamentos sin prescripción:
La CoQ10 puede tener interacciones adversas con diversos medicamentos de venta libre y suplementos herbales. Se debe consultar con un profesional sanitario si están tomando la coenzima Q10 junto con aspirina, laxantes, medicamentos para el resfriado, antiácidos o vitaminas y minerales preparados, ya que la enzima afecta a casi todos los sistemas del cuerpo.
La práctica de ejercicio genera una sobrecarga de trabajo del corazón y los músculos que son los órganos que más energía consumen, lo que provoca la liberación de radicales libres que se producen en el proceso de obtener la energía necesaria para realizar estos trabajos. Este aumento de radicales libres produce reacciones de oxidación que se pueden traducir en daño de las células, sobrecarga muscular y fatiga, con disminución del rendimiento físico. Se han realizado diversos estudios científicos en que se ha probado que cuando se realiza deporte o cualquier clase de ejercicio físico, la suplementación con coenzima Q10 puede proteger contra el agotamiento celular y por tanto aumentar la resistencia a la fatiga, o el retraso en su aparición, al mantener la energía de las mitocondrias.
Existen en el mercado numerosos suplementos de coenzima q10, pero es imprescindible empezar por una correcta alimentación.
Si, la coenzima q10 está de moda…pero es realmente importante su función en nuestro organismo y no debemos olvidarnos de ella.
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:
Hoy volvemos de nuestras minivacaciones hablando de algo que ves un dia de repente cuando te paras delante del espejo, cuando frenas tu frenético ritmo diario en vacaciones y piensas …¿pero que me ha pasado?. ¡Sos, flacidez en los brazos!. Entonces piensas que ya no tienes 20 años, ni 30…que ya no tienes tiempo para ti… trabajo, niños… y ese dia decides: ¡SE ACABO!. ¡Quiero estar bien conmigo misma!. ¡Esta no soy yo!. Y decidimos ponernos «manos a la obra«.
A partir de cierta edad, sobre todo en las mujeres, la piel y la musculatura de los brazos se vuelve flácida y cuelga con facilidad. Si decidimos combatir este problema de manera natural, no solo estaremos mejorando el aspecto de nuestros brazos, sino que también ayudaremos a prevenir la flacidez en general.
La parte superior de los brazos es una de las partes del cuerpo más propensas a sufrir de flacidez, sobre todo en el caso de las mujeres. Tener firme esta parte del cuerpo requiere de muchos cuidados, ya que con el paso del tiempo es más difícil conservar la firmeza debido a que nuestra piel pierde colágeno y elastina, haciendo los brazos tengan una apariencia aún más flácida.
La proteína es imprescindible para la salud y, en este caso, nos ayuda a nutrir y dar firmeza a la piel y la musculatura. Si no consumimos la suficiente proteína, el músculo se transformará en grasa con mucha facilidad.
Es muy importante elegir proteína de calidad y de fácil asimilación y no excedernos en su consumo.
Una buena manera de controlarlo consiste en proponernos comer una ración de proteína en cada comida. Para ello, evitaremos la proteína menos saludable, como la carne roja, el embutido o los lácteos con alto contenido graso, y optaremos por estas alternativas:
Para que el músculo no esté flácido debemos hacerlo trabajar ya que, si no tiene una función habitual, perderá esa capacidad.
No es necesario hacer ejercicios con pesas, cuando en casa podemos usar cualquier objeto ligeramente pesado para mover los brazos en todas las direcciones.
Dedicad 5 o 10 minutos al día a fortalecer los brazos y, en poco tiempo, notareis como la flacidez va desapareciendo. En este collage vereis una serie de ejercicios muy recomendables:
También os dejamos dos videos que os pueden ayudar mucho.
Y si en casa no teneis fuerza de voluntad…recordad que septiembre es el mes de los buenos propósitos…¡gimnasio!
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:
Muchos de vosotros ya habreis hecho vacaciones, otros las estais disfrutando y algunos aún estais esperando ansiosamente su llegada. Pues debeis saber que el running también necesita vacaciones.
Si os dais cuenta que los mismos entrenamientos que antes disfrutabais y podíais realizar sin problemas; ahora los sufrís y os cuesta trabajo terminarlos, quizas estéis cerca del sobreentrenamiento y haya llegado el momento de tomarros unas vacaciones del running.
El descanso, además de recuperar nuestro cuerpo y, gracias a la sobrecompensación hacernos más fuertes, influye también en el aspecto anímico. Un día de descanso hace que nuestra mente repose y coja más fuerza para futuros entrenamientos o competiciones. Realmente hacen falta varios días seguidos sin entrenar para que nuestro estado de forma físico disminuya. Por tanto, a parte de recargar nuestros depósitos de glucógeno y permitir una correcta recuperación y mejora muscular, también despejamos la cabeza y nos preparamos psicológicamente para afrontar nuestros retos con energía renovada.
El descanso forma parte del entrenamiento. Debemos aprovechar el verano para desintoxicarnos del running y reponer fuerzas de cara a la próxima temporada.
Es casi obligatorio pasar unos días de inactividad total en el que el organismo se recupere de los esfuerzos arrastrados. Tras ellos, y antes de volver a ponernos en marcha con la planificación, debemos aprovechar el verano para cambiar de actividad, de entorno y despejar la mente. Será el primer paso en la puesta a punto para volver a correr. Ejercicios que nos reportarán beneficios en nuestra condición física.
Parar de correr no es abandonar del todo el ejercicio: lo importante es cargar las pilas y coger ganas de afrontar la siguiente temporada.
Cualquier lugar es una buena opción para andar, todo tiene sus ventajas. Pasear por la arena de la playa favorecerá la circulación sanguínea, a la vez que nos produce un efecto relajante, tonificará nuestros pies y trabajaremos nuestros tobillos: lo agradeceremos cuando retomemos la carrera. La montaña también es un buen recurso, caminar por la sierra es un buen ejercicio cardiovascular, dando una dosis de aire puro a los pulmones, en el que los abruptos desniveles harán fortalecer los músculos de las piernas.
Tal cómo aconseja Víctor García (atleta olímpico de 3000 metros obstáculos) en su blog:
«Descansar en verano es entrenar para el futuro A veces el descanso es el mejor entrenamiento … a nivel físico (regeneración de tejidos, adaptaciones …) y a nivel psíquico (desconexión, recarga de energías …). En definitiva, ¡todo son ventajas!»
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:
Power Walking…o lo que es lo mismo…caminar a buen ritmo para mantenerte activo.
El Power Walking es una actividad que consiste en caminar de forma enérgica y a un ritmo muy vivo, de aproximadamente 7 kilómetros por hora, durante un período de tiempo superior a los 45 minutos.
El Power Walking es una actividad adecuada para todo tipo de personas, de cualquier edad y de toda condición física. Si somos principiantes podemos comenzar caminando menos tiempo e ir aumentando nuestra caminata de forma progresiva a la vez que vamos mejorando nuestro fondo. También es una actividad muy adecuada para que la realicen los deportistas en sus días de descanso activo: si eres de los que no puede pasar ni un día sin ejercitarse, el Power Walking es una buena manera de reducir la intensidad y propiciar la recuperación activa.
A diferencia del running, no se sufre tanto impacto articular. El desgaste sobre las articulaciones resulta mucho menor que corriendo debido a que apenas se despegan los pies del suelo.
Con esta modalidad de caminar a ritmo rápido se consiguen movilizar casi todos los grupos musculares del cuerpo, desde los brazos pasando por el abdomen y piernas. Pero, como en todas las disciplinas de deporte, la postura es esencial para su correcta ejecución y prevención de lesiones. Así, deberemos poner especial cuidado para que el tronco permanezca erguido. Esto nos permitirá mantener el equilibrio sin necesidad de que la musculatura lumbar se vea afectada. Además, es importante mirar al frente para evitar las sobrecargas cervicales, el pecho arriba y los hombros atrás y abajo y el abdomen contraído para proteger la zona lumbar.
De esta manera nos aseguraremos de llevar una buena postura que minimizará el dolor de espalda que muchos runners sufren cuando salen a correr.
No debemos olvidar tampoco coordinar el movimiento de nuestras piernas con el de nuestros brazos, que nos ayudarán a impulsarnos en los momentos de mayor velocidad de la caminata. Debe ser un movimiento natural, no forzado, en el que los brazos se balancean a ambos lados del cuerpo mientras mantenemos los codos ligeramente doblados.
Para aquellos que se inicien en el Power Walking, es aconsejable comenzar con sesiones de veinte minutos tres veces por semana a un ritmo poco intenso para posteriormente ir aumentando el ritmo.
Si queremos aumentar la intensidad del ejercicio podemos elegir un recorrido con cuestas, o ir aumentando la velocidad de la caminata de forma progresiva. De esta manera podemos pasar de un entrenamiento suave a otro un poco más intenso, y podemos ir mejorando nuestra condición física.
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:
Ninguna obsesión es buena, y aunque hacer deporte es beneficioso para tu salud, practicarlo en exceso o de manera incorrecta puede llevarte a sufrir un síndrome de sobreentrenamiento.
Este trastorno aparece con independencia del tipo de actividad que hagamos y de nuestro nivel físico. El síndrome de sobreentrenamiento sucede tanto a quienes realizan ejercicio aeróbico (correr, nadar, montar en bicicleta…) como anaeróbico (levantamiento de pesas), puesto que en todo tipo de actividades se exige un esfuerzo a la musculatura y al organismo.
Está demostrado que tanto deportistas de élite como personas que simplemente salen a hacer running pueden padecer este síndrome, ya que se debe al incremento o variación de los entrenamientos de manera no controlada; por ello, no importa la cantidad inicial, sino el aumento.
Hay una serie de factores que pueden resultar claves para que se produzca el síndrome de sobreentrenamiento como una dieta inadecuada, el estrés tanto mental como físico, y otros factores psicológicos que se relacionan con el propio organismo.
Las personas que hacen ejercicio de manera regular también son candidatas a sufrir el síndrome de sobreentrenamiento si no lo hacen de manera correcta. Y es que la ausencia de un plan de entreno o el incumplimiento de éste por exceso o defecto –en este caso, lo habitual es hacer menos, pero a más intensidad– puede ser perjudicial para el organismo, así como la realización de programas repetitivos y excesivamente largos (sobre todo los destinados a mejorar la resistencia) con una ineficiente recuperación física.
Para poderlo evitar, también es importante que los deportistas, sean profesionales o no, conozcan las etapas clásicas del síndrome de sobreentrenamiento:
El único síntoma común en todos los casos es la fatiga crónica. Otros síntomas que pueden aparecer son:
La primera medida que se ha de tomar es la suspensión inmediata del entrenamiento hasta que se esté seguro de no sufrir ningún tipo de lesión muscular o esquelética que se podría seguir agudizando en el caso de continuar con la actividad deportiva. Tras comprobar el estado general, se debería realizar un programa de entrenamiento adecuado para mantener la forma y recuperarse de los problemas fisiológicos y físicos que ha producido el sobreentrenamiento.
Manteniendo un descanso y unos hábitos de sueño adecuados y modificando la dieta, es posible recuperar la faceta bioquímica e inmunológica que se alteró con el entrenamiento. Y es que la alimentación es fundamental en cualquier faceta de la vida pero, por supuesto, es crucial si se desarrolla una actividad física continuada. Se debe descansar convenientemente tanto tras la actividad física, al igual que por las noches, para no alterar los patrones de sueño. Estos momentos ayudarán a que el organismo se reactive y, de esta manera, el sistema inmunológico mejorará.
Una dieta variada y equilibrada es importante para mantener la salud, pero los deportistas deben prestar especial atención a la presencia de carbohidratos en su alimentación diaria, porque son la fuente principal de energía a la hora de realizar cualquier ejercicio físico.
Es imprescindible la reeducación del deportista para que cambie la forma de entrenar basándola en la calidad y no en la cantidad, entender la importancia del descanso, y desarrollar estrategias psicológicas para que poder luchar contra el instinto de sobreentrenar siendo capaz de manejar el estrés y la ansiedad que puede producir el permanecer parado en los momentos de descanso.
Este artículo ha sido elaborado con información extraída de www.webconsultas.com y www.foroatletismo.com
La masa total del cuerpo está compuesta por elementos de distinta naturaleza: masa grasa, masa muscular, agua, mineral óseo y mineral no óseo, entre otros. La obesidad es el aumento y la acumulación de masa grasa, y es especialmente problemática la denominada obesidad central o adiposidad, cuando se deposita sobre todo en la zona abdominal.
La composición corporal está determinada tanto por factores genéticos como por las conductas de las personas. La variable que más determina el peso y la composición corporal es el balance calórico, que es la diferencia entre la ingesta calórica (las calorías de lo que hemos comido) y el gasto calórico (las calorías consumidas por la actividad realizada). Así, se pierde peso cuando el gasto calórico supera a la ingesta calórica (balance negativo); en cambio, se gana peso cuando se ingresan más calorías que las que se gastan (balance positivo).
En resumen, si queremos controlar nuestro peso es fundamental que adoptemos conductas saludables tanto en lo que se refiere a nuestra alimentación (ingesta calórica) como a la práctica de actividad física (gasto calórico).
El ejercicio físico es de vital importancia en el tratamiento del sobrepeso y de la
obesidad. En la mayoría de las personas la dieta sola consigue escasos beneficios a la
larga si no va acompañada de un ejercicio físico moderado y constante, que deberá
mantenerse para el posterior mantenimiento del peso.
La actividad física no sólo es necesaria para bajar de peso cuando uno tiene unos kilos de más, sino que tiene un beneficio comprobado en el mantenimiento del peso corporal normal.
El ejercicio físico tiene el doble beneficio de producir la pérdida de grasa (tejido adiposo) y de incrementar la masa muscular y ósea (tejido magro). Las personas que realizan actividad física de forma continuada tienen un porcentaje menor de masa grasa que personas de la misma edad y sexo que tienen hábitos sedentarios. Es decir, si ambas personas consumen igual cantidad de calorías, las que tienen un estilo de vida activo acumulan menos masa grasa.
La mayoría de las personas estamos interesadas en tener un peso saludable. Algunos tienen la fortuna de estar en el peso deseado, otros deben subir un poco, mientras que hay quien se encuentra en la batalla contra la báscula en algún momento de su vida. Cuales quiera que sean nuestros objetivos, debemos entender y aprovechar las ventajas del papel tan importante que juega el ejercicio para ayudarnos a mantener el peso bajo control.
El exceso de grasa corporal se ha relacionado con varios problemas de salud como enfermedades coronarias, hipertensión arterial, osteoporosis, diabetes, artritis y algunas formas de cáncer; esta es la razón por la que la obesidad tiene un efecto negativo tanto en la duración como en la calidad de vida.
La actividad física regular es importante para la buena salud, en especial si está intentando bajar de peso o mantener un peso saludable.
Cuando se trata de controlar el peso, hay mucha variación en la cantidad de actividad física que necesita cada persona. A continuación le ofrecemos algunas pautas a seguir:
Para mantener su peso: Llega gradualmente hasta 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada, 75 minutos de actividad aeróbica de intensidad vigorosa o el equivalente combinado de los dos tipos de actividad cada semana. La actividad física puede ayudar a mantener tu peso con el transcurso del tiempo. Sin embargo, no se sabe claramente la cantidad exacta de actividad física necesaria para lograrlo, ya que la misma varía mucho de persona a persona. Es posible que necesites hacer algo más que el equivalente de 150 minutos de actividad de intensidad moderada a la semana para mantener tu peso.
Para perder peso y no recuperarlo: Necesitarás una gran cantidad de actividad física a menos que ajustes tu dieta y reduzcas la cantidad de calorías que comes y bebes. Para llegar a tener un peso saludable y mantenerlo, se requiere tanto de actividad física regular como de un plan de alimentación saludable.
Moderada: Si al realizar la actividad física tu respiración y ritmo cardíaco son mucho más rápidos pero aún puedes mantener una conversación, probablemente es una intensidad moderada. Por ejemplo:
Vigorosa: Si tu ritmo cardíaco se acelera sustancialmente y tienes que respirar muy fuerte y rápido para poder mantener una conversación, probablemente es intensidad vigorosa. Por ejemplo:
La actividad física no sólo es recomendable porque es la forma más segura de perder peso, sino que tiene beneficios adicionales sobre la salud cardiovascular. El ejercicio físico ayuda a mantener niveles adecuados de colesterol y triglicéridos en sangre, lo cual es muy importante para la salud de las arterias y disminuye el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.Entre los principales cambios beneficiosos que produce la actividad física está la posibilidad de aumentar la tasa metabólica, que es lo mismo que decir la cantidad de energía que utilizamos para estar vivos cada momento del día. Si aumentamos la tasa metabólica querrá decir que aún cuando estamos en reposo, nuestro gasto de energía es más alto que antes, por tanto estaríamos controlando el peso corporal y la grasa aún durante nuestro período de descanso o leyendo un libro.
Para las personas con sobrepeso, el objetivo principal de la actividad física es aumentar el gasto calórico. Se considera que el ejercicio realizado debe conllevar un gasto calórico total de entre 250 y 300 Kcal por sesión, acumulando a lo largo de la semana entre 1200 y 1500 Kcal.Son preferibles las actividades aeróbicas de larga duración, porque implican un gasto calórico total más elevado. Caminar, andar en bicicleta, nadar o remar son actividades muy recomendables, porque tienen bajo impacto en los huesos y las articulaciones. Para incrementar el gasto calórico, llevar un par de bastones similares a los palos de esquí al caminar es una buena fórmula; además, los bastones aumentan la estabilidad al andar y la persona se siente más segura.
Este artículo ha sido elaborado con información extraida de.
-Centro para el control y la prevención de enfermedades
-www.saludenfamilia.es
– www.eufic.org
Empezamos este artículo con un power point que he traducido y adaptado de otro creado por el COL-LEGI DE FARMACÈUTICS DE BARCELONA. (disculpad porque creo que tiene algún error ortográfico). Clicad en el siguiente enlace:
Aunque en general una dieta equilibrada y una correcta hidratación son la base para cubrir los requerimientos nutricionales en la mayoría de las personas que hacen deporte, se sabe que existen necesidades específicas que van a depender de diferentes factores, como son las condiciones fisiológicas individuales, el tipo de deporte practicado, el momento de la temporada, el entrenamiento y el periodo de competición .
Los dos hechos demostrados que más contribuyen al desarrollo de fatiga durante el ejercicio físico son la disminución de los hidratos de carbono almacenados en forma de glucógeno en el organismo y la aparición de deshidratación por la pérdida por el sudor de agua y electrolitos. Quien quiere optimizar su rendimiento deportivo necesita estar bien nutrido e hidratado.
La reposición más importante en relación con el esfuerzo físico es el restablecimiento de la homeostasis, alterada por la pérdida de agua e iones. De hecho, incrementos en la temperatura y humedad ambientales aumentan la cantidad de sudoración en, aproximadamente, 1 litro/hora.
Estas pérdidas de líquido interno, necesarias para producir un enfriamiento en la piel mediante la evaporación del sudor, llevan al deportista a una deshidratación . Cuando la capacidad de producir sudor comienza a limitarse, el núcleo interno sube de temperatura y aumenta el riesgo de una patología grave por calor.
Aunque entre hombres y mujeres que no realizan ejercicio físico existe una diferencia en la capacidad de termorregulación favorable a los varones (entre otras razones por su mayor superficie corporal y menor contenido en grasa subcutánea), cuando se comparan deportistas de ambos sexos la diferencia se minimiza, ya que el grado de entrenamiento, aclimatación, contenido en grasa, etc., es similar y, si fuera ligeramente favorable al varón, las mujeres lo compensan gracias a su mayor eficacia en evaporar el sudor.
Aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción muscular se libera en forma de calor en el organismo, que debe eliminarse rápidamente para no provocar un aumento de la temperatura corporal por encima de un nivel crítico que tendría consecuencias muy negativas para la salud.
El mecanismo de la sudoración, al mismo tiempo que “enfría” el cuerpo, provoca una importante pérdida de líquidos. La deshidratación progresiva durante el ejercicio es frecuente puesto que muchos deportistas no ingieren suficientes fluidos para reponer las pérdidas producidas. Esto no sólo va a provocar una disminución del rendimiento físico, sino que además aumenta el riesgo de lesiones, y puede poner en juego la salud e incluso la vida del deportista.
Por ello, aunque existen características individuales que establecen diferencias muy marcadas entre los deportistas (factores ambientales, aclimatación previa, estado de entrenamiento, peso corporal, ingesta de fármacos, etc.), se puede decir que el primer consejo que debe establecerse en relación con la realización de un ejercicio físico, más o menos intenso, es la necesidad de reponer los líquidos perdidos. El descenso de peso producido por la evaporación del sudor es muy variable. Una manera sencilla de saber la cantidad de agua perdida en una actividad física es pesarse antes y después de realizar el ejercicio, ya que en esfuerzos inferiores a 3 horas la pérdida de agua por la respiración es poco significativa, comparada con la que se produce a través del sudor. Si el deportista se pesa en las mismas condiciones durante varios días (al levantarse, por ejemplo), las variaciones pueden reflejar su estado de hidratación previo al esfuerzo y, al comparar el peso antes y después de la actividad física, se determina el grado de deshidratación provocado por el ejercicio.
El objetivo es conseguir que los deportistas ingieran la cantidad de líquido suficiente que permita mantener el balance hidroelectrolítico y el volumen plasmático adecuados durante el ejercicio. A partir de los 30 minutos del inicio del esfuerzo empieza a ser necesario compensar la pérdida de líquidos, y después de una hora esto se hace imprescindible
http://www.lavanguardia.com/deportes/20160527/402082309026/farmaceuticos-recuerdan-a-mayores-y-deportistas-la-importancia-de-beber-agua.html
Información extraida del COL-LEGI OFICIAL DE FARMACÈUTICS DE BARCELONA y del CONSENSO SOBRE BEBIDAS PARA EL DEPORTISTA. COMPOSICIÓN Y PAUTAS DE REPOSICIÓN DE LÍQUIDOS DOCUMENTO DE CONSENSO DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE MEDICINA DEL DEPORTE.
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