CAMINATAS DE FARMACIA

El ejercicio físico tiene claros beneficios en el ser humano, tanto a nivel corporal como a nivel psicológico. Además, practicarlo en grupo fomenta la socialización, así como la diversión a través del deporte. 

La realización de actividad física hace que el cuerpo funcione y esté activo. Con el deporte ejercitamos nuestro organismo para mantenerlo en buen estado físico. El ejercicio físico tiene un impacto muy positivo, tanto en niños como en adultos, puesto que se suele practicar en ambientes saludables y al aire libre.

Uno de los mejores ejercicios que existe, que se puede realizar a diario y que casi todo el mundo puede practicar es caminar. No solo es apropiado para perder peso, sino que evitamos muchas lesiones que otros ejercicios producen. Por ejemplo, los deportes de impacto que pueden dañar las rodillas.

Caminar es tremendamente beneficioso debido a que disminuye los valores de la presión arterial, produce efectos favorables sobre el colesterol, previene la aparición de la diabetes, ayuda a perder peso (ya que quema grasas y construye músculos, que aumentan tu metabolismo). Además, caminar mejora la circulación, previniendo la aparición de varices y manteniendo el bienestar en nuestro cuerpo, al mismo tiempo que tonifica piernas, glúteos y abdominales. 

Por si no lo sabías, caminar también tiene efectos positivos sobre tus huesos, ya que aumentas tu densidad ósea al estimular y fortalecer los huesos. Además, fortalece el corazón y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, al mismo tiempo que mejora el estrés o lo disminuye. 

Caminar es uno de los ejercicios más saludables para conseguir estar en forma y tener un cuerpo sano y equilibrado. Además, te hará sentir bien dado que caminar hace que tu cerebro libere endorfina y serotonina, las hormonas de la felicidad.

Estos son solo algunos de los múltiples beneficios que te puede proporcionar caminar.

Cada vez hay más centros que promueven caminar con otros usuarios, hacerlo acompañado “te obliga” a ir y reunirte con otras personas con las que puedes: comunicarte, compartir, ayudar o dejar que te ayuden.

Por eso algunas farmacias para fomentar uno de los hábitos más saludables que existe como es salir a andar durante un mínimo de 30 minutos diarios se han propuesto ayudar a establecer el hábito de caminar de manera regular mediante la organización de caminatas saludables.

Estas caminatas, de carácter gratuito, tienen como objetivo compartir actividades saludables.

Suelen durar entre dos horas y dos horas y media, y son aptas para todas las edades y miembros de la familia, ya que la idea es que cada uno vaya a su ritmo, sin ninguna exigencia. Con ello se quiere concienciar sobre la importancia de mantenerse activo y los beneficios que tiene el ejercicio en nuestra salud.

Otras farmacias salen a caminar con sus clientes de forma regular una vez por semana para afianzar el buen hábito de la actividad física en la salud.

¡A ver si sois capaces de animar a vuestra farmacia de confianza a caminar con vosotros por la salud!

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de www.blogfarmacia.com y de farmacias que ya han hecho alguna caminata saludable con sus clientes.

 

EDAD METABOLICA

La edad que marca tu DNI cuenta, pero … ¿cuántos años cree realmente que tiene tu cuerpo? .

Depende de distintos factores: nutrición, deporte, porcentaje de grasa corporal…

La edad metabólica es la edad que tu propio cuerpo cree que tiene.

Podemos encontrarnos con personas de 50 o 60 años pero con una edad metabólica de 30 o 40. Son casi diez años menos y ellos es debido a una sana alimentación, al deporte y ejercicio físico o a la buena hidratación, en definitiva a un estilo de vida saludable.

La edad metabólica es lo que puede hacer diferente a dos personas nacidas en el mismo año, si una ha mantenido hábitos de vida saludables y la otra no. Es un parámetro bastante eficaz para llevar un control sobre la salud de nuestro organismo y debemos de procurar que ésta sea igual o menor que nuestra edad real si queremos gozar de una buena salud. Llevar un estilo de vida saludable que abarque una alimentación sana y equilibrada, y práctica de ejercicio físico puede hacer que una persona con 50 años aparente muchos menos.

La mejor forma de saber qué edad metabólica tienes esa través de unos exámenes médicos específicamente para ello.

Pero también hay muchas aplicaciones en las que puedes tener una aproximación bastante certera, aunque no sea exactamente igual de fiable. Para ello necesitarás tener estos datos sobre tu cuerpo: edad, altura, diámetro de la cintura, peso e índice de masa corporal. Tienes que introducir estos datos en una de estas aplicaciones y te calculan en cuestión de segundos cuál es tu edad metabólica.

¿Cómo puedo conocer mi edad metabólica?

La edad metabólica tiene que ver con la situación en la que se encuentra nuestro organismo.

Cuando nuestra edad metabólica es mayor que nuestra edad física, podemos aparentar estar peor de lo que estamos o sentirnos más mayores de lo que somos.

Que el cuerpo tenga una edad más avanzada puede suponer problemas para la salud si no se toman medidas preventivas. Esto puede ser indicativo de un mayor riesgo cardiovascular o de la necesidad de reducir la grasa que rodea los órganos vitales, el nivel de grasa visceral. También puede dar pie al diagnóstico de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o alguna anomalía cardiovascular.

Si nuestra edad metabólica es menor que nuestra edad física nos veremos mucho mejor, y nos sentiremos mucho mejor.

Cómo mejorar la edad metabolica:

Para conseguir un organismo más sano y joven la respuesta es acelerar el metabolismo por medio del aumento de la masa muscular con ejercicio diario y una correcta alimentación.

Nutrición:

Una buena alimentación es vital para mejorar la edad metabólica. Cuando la edad metabólica es mayor que nuestra edad física es porque nuestro metabolismo no ha sido capaz de asimilar todos los alimentos que hemos ingerido. Esto ha podido ocurrir por la cantidad o la composición de estos.

Por ello, una alimentación sana en la que el cuerpo tenga la capacidad de asimilar el alimento ingerido con relación al esfuerzo que hacemos será ideal para mejorar nuestra edad metabólica.

Descanso:

Aunque no lo creas, dormir menos horas de las necesarias empeora nuestro metabolismo y lo ralentiza. Así que un buen descanso en el que duermas las horas necesarias ayudará a mejorar tu edad metabólica.

Recuerda que no es lo mismo dormir que descansar, así que si crees que tienes un problema con esto, busca un buen colchón o pide consejo en la farmacia.

Ejercicio:

Aunque el descanso y una buena alimentación pueden mejorar tu metabolismo pues lo acelerarán, el ejercicio es básico para conseguir este fin. Si además de lo anterior pones el deporte en tu vida, verás como muy pronto tu edad metabólica será mucho menor que tu edad física.

Las rutinas de entrenamiento más convenientes son aquellas que combinan ejercicios cardiovasculares, para aumentar la resistencia, con series de fuerza.

Practicando deporte, tu edad metabólica descenderá y entonces podrás decir que cumples años… ¡hacia atrás!

Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

  • www.eresdeportista.com
  • www.hsnstore.com
  • www..muysaludable.sanitas.es
  • www.sportraining.es
  • www.aptavs.com

DEPORTE EN LA MENOPAUSIA

La menopausia es una de las etapas físicas más importantes durante la vida de la mujer. Además de representar un momento clave psicológicamente, también lo es en gran medida físicamente, ya que la salud de la mujer se ve afectada y sufre algunos cambios.

Algunos de los síntomas de la menopausia (dolores de cabeza, insomnio, aumento de peso o dificultades de concentración) se ven mejorados por la práctica habitual de actividades físicas especialmente de tipo aeróbico.

Hacer ejercicio durante la menopausia conlleva los siguientes beneficios:

Mantener un peso adecuado:

Durante la menopausia se gana peso porque se acumula grasa y se produce un cambio en la distribución de la misma, que se fija especialmente en la zona abdominal.

Caminar a paso rápido durante 30 minutos diarios puede ser suficiente para mantener el peso ideal .No hay que olvidar que la obesidad es un factor de riesgo para numerosas enfermedades, como la diabetes mellitus.

Frenar la osteoporosis:

La pérdida de masa ósea, que se inicia en la tercera década de la vida, se acentúa durante la menopausia, debido a la reducción del número de estrógenos. Para disminuir esta pérdida caminar también resulta positivo, porque aumenta la masa ósea y reduce el riesgo de fracturas. Los ejercicios de resistencia, como levantar pesas, las máquinas de remo, y estirar bandas elásticas, contribuyen al incremento de masa muscular y favorecen también la salud de los huesos.

Favorece el sistema cardiovascular:

Al realizar ejercicio mejora la circulación de la sangre y el retorno venoso, se reduce la tensión arterial, y se incrementan los niveles de colesterol HDL (bueno), al tiempo que se reduce el nivel de colesterol LDL (malo). Todo esto incide en un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como ictus o infarto de miocardio.

Mejora la capacidad pulmonar:

Al aumentar la capacidad pulmonar, los órganos del cuerpo reciben mayor oxigenación y sus funciones se optimizan. Practicar ejercicio, junto a una hidratación adecuada, mejora el aspecto de la piel. También facilita la movilidad intestinal y reduce la resistencia a la insulina, lo que supone un mejor control de la diabetes mellitus.

Influye positivamente sobre el estado de ánimo:

Con la actividad física se liberan endorfinas, hormonas que segrega el cerebro de manera natural, y que producen sensación de alegría y bienestar. De este modo, el deporte ejerce una acción protectora contra la depresión, los trastornos de ansiedad, el estrés, la irritabilidad, la disminución de la libido…

Ayuda a conciliar mejor el sueño:

El insomnio es otra de las molestias asociadas a la menopausia. El ejercicio incrementa la producción de melatonina, una hormona implicada en la regulación de los patrones de sueño-vigilia

Mejora la coordinación y la agilidad:

Una rutina de ejercicios diaria aumenta la capacidad de coordinación, los reflejos y la agilidad, lo que previene las caídas y mejora el rendimiento físico en todos los ámbitos de la vida.

El tipo de deporte o de ejercicio más apropiado para la menopausia debe ser el que se adapte mejor a la edad, características y condiciones físicas de la mujer que lo va a realizar.

Consejos sobre el ejercicio en la menopausia:

  • Realizar siempre precalentamiento  para evitar lesiones.

 

  • Al finalizar la sesión de ejercicio dedicar un tiempo a estiramientos y relajación.
  • Para obtener buenos resultados debe ser constante y practicar ejercicio, aunque solo sea caminar, todos o casi todos los días, durante un mínimo de 20 o 30 minutos.
  • Ejercicios aeróbicos: caminar a ritmo de marcha, correr con intensidad baja o moderada, bailar, montar en bicicleta, nadar, hacer gimnasia de mantenimiento….

  • Ejercicios anaeróbicos: levantar pesas, carreras rápidas de corta duración, hacer abdominales…
  • Ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico para prevenir la incontinencia urinaria, entre otras molestias, ahora que la falta de estrógenos ha provocado cambios importantes en el tono general de tus músculos.
  • Otros ejercicios muy recomendables para las mujeres menopáusicas, que mejoran la flexibilidad y resistencia y ayudan a relajarse son el yoga y el Pilates.

La práctica de ejercicio contribuye a minimizar los efectos físicos y psicológicos que produce la pérdida del ciclo menstrual, alarga la calidad de vida de los huesos y retrasa la aparición de la osteoporosis.

Sin hacer deporte, cada década de vida desde los 20 años se pierde un 1 por ciento de musculatura; a partir de los 50, un uno por ciento cada año, y entre un 1 y un 2’5 % de masa ósea. Los huesos ya no tienen la calidad suficiente para aguantar el peso. Un pequeño golpe se convierte en una fractura de muñeca o del cuerpo de una vértebra, lo que provoca más dolores. ¿Solución? Tonificar el cuerpo, ganar masa muscular y absorber más calcio para mejorar los huesos: y eso se logra con actividad física. 

Y si estos entrenamientos se realizan al aire libre, mucho mejor: el sol aporta la vitamina D, necesaria para que el calcio se absorba y se fije en los huesos.

Ya sabeis lo que decimos siempre…NUNCA ES TARDE PARA EMPEZAR A HACER DEPORTE y SIEMPRE SE OBTIENEN BENEFICIOS.

 Este artículo ha sido elaborado con información extraida de:

  • www.webconsultas.com
  • www.abc.es
  • www.centradaenti.es
  • www.flaviamenopausia.com
  • www.marca.com

 

 

ESGUINCE DE TOBILLO

¿Quién no se ha torcido el tobillo alguna vez?.

El esguince de tobillo es una de las lesiones más “tontas” pero más frecuentes.

Vayamos por partes. hoy hablamos de la articulación del tobillo y del esguince del mismo. Y daremos consejos para tratarlo pero también para prevenirlo.

ANATOMIA DEL TOBILLO:

La articulación del tobillo está formada desde el punto de vista óseo, por los extremos distales de tibia y peroné y por el astrágalo. Entre los ligamentos que la conforman los más interesantes desde el punto de vista de la frecuencia de las lesiones son el externo o LLE, formado a su vez por tres paquetes ligamentosos (peroneo astragalino anterior o LPAA, peroneo astragalino posterior o LPAP y peroneo calcáneo o LPC) y el deltoideo o lateral interno (LLI). A toda ello se suman otros ligamentos y los tendones que anclan los músculos a las zonas óseas. Su conjunto da lugar a una estructura que permite gran cantidad de movimientos para adaptar nuestra marcha al terreno. Así, podemos hacer movimientos de flexo- extensión, laterales y también de rotación.

PATOLOGIA DEL ESGUINCE DE TOBILLO:

El esguince de tobillo es una de las lesiones ligamentosas más frecuente y presenta un alto grado de evolución hacia problemas crónicos y recidivas. Aunque un movimiento hacia el exterior puede lesionar el ligamento lateral interno, lo más frecuente (85%) son los esguinces por inversión que afectan al ligamento lateral externo y su haz peroneo astragalino anterior.

En función de la gravedad de la lesión tenemos 3 grados de Esguince:

  • Grado I: Distensión sin rotura de fibras o con rotura de menos del 5% de las fibras. Hay dolor pero la persona aún puede caminar.
  • Grado II: Rotura parcial. Hay dolor, hinchazón e inestabilidad articular leve. La persona camina en posición antiálgica (de puntillas).
  • GRADO III: Rotura total que puede afectar también a las zonas de inserción óseas. Hay dolor e inflamación evidentes y laxitud articular. En ocasiones puede no existir dolor debido a la rotura de las terminaciones nerviosas. La persona no puede apoyar.

 

CONSEJO FARMACÉUTICO:

  • Es importante respetar el reposo y la vuelta paulatina a la actividad física con el fin de evitar recidivas e inestabilidades posteriores.
  • Usar calzado apropiado, que se ajuste bien en tobillo. El calzado de tacón alto está desaconsejado.
  • En la práctica deportiva se recomienda el uso de calzado adecuado a la actividad, el calentamiento, los estiramientos y el entrenamiento porque ayudarán en la prevención de la lesión y las recidivas.

Tratamiento farmacológico del esguince de tobillo:

El indicado por el médico o farmacéutico, con el fin de disminuir la inflamación y el dolor por vía sistémica, tópica o ambas según la intensidad y el pronóstico del esguince (generalmente AINES).

Tratamiento no farmacológico:

  • RICE: Reposo + Hielo (sesiones cortas de unos 20 min cada 2-3 horas salvo durante el sueño) + Compresión + Elevación.
  • En grados I y II el reposo debe hacerse las primeras 72 horas y después debe comenzarse la movilización de la zona con ejercicios sin carga. Deben realizarse también ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la pantorrilla y de propiocepción. En grado III es el especialista el que pautará el tiempo de inmovilización y si requiere cirugía o tratamiento conservador.
  • Kynesiotape: se utiliza en grado I y II y deberá ser prescrito por el especialista.

Tratamiento Ortoprotésico:

Tobilleras, que variarán en función del grado:

  • Grado I: tobillera elástica que puede llevar bandas compresivas, o vendaje compresivo.
  • Grado II: tras la fase de inmovilización es frecuente el uso de tobilleras tipo bivalvas o con estabilizadores laterales.
  • Grado III: a determinar por el especialista.

Mejora de la calidad de vida (productos de apoyo):

  • Bastones ingleses o muletas durante la convalecencia para evitar el apoyo o disminuir la carga. Según lo pautado por el médico.
  • En casos de inmovilizaciones largas puede requerirse el uso de silla de ruedas, a ser posible con reposapiés elevables.

CUANDO HAY QUE IR A UN ESPECIALISTA:

  • Si la lesión se ha producido por un traumatismo (caída, golpe con otro jugador en la práctica deportiva,…), con el fin de descartar fracturas.
  • La articulación está fuera de su posición.
  • Incapacidad para la deambulación o inestabilidad de la articulación. Más de 2 días con dolor o inflamación.
  • Fiebre, sospecha de flebitis por el reposo.

EJERCICIOS PARA FORTALECER LOS TOBILLOS:

1. Andar de Puntillas

Hacia delante, hacia dentro y hacia fuera. A pasos muy cortos, andar de puntillas, elevando al máximo los talones. Se realizan tres variantes: la primera con la punta de los pies hacia delante, la segunda con la punta de los pies hacia fuera y la tercera con la punta de los pies hacia dentro.

2. Andar de talones

Hacia delante, hacia dentro y hacia fuera. A pasos muy cortos, andar de talones, elevando al máximo las puntas de los pies. Se realizan tres variantes: la primera con la punta de los pies hacia delante, la segunda con la punta de los pies hacia fuera y la tercera con la punta de los pies hacia dentro.

3.Skipping normal

Tirando de brazos, con los codos flexionados. Correr elevando mucho las rodillas, con mucha frecuencia y sin apenas avanzar.

4. Skipping por detrás

Echar ligeramente el tronco hacia delante y correr tocando con los talones en los glúteos.

5. Skipping adelante

Idéntico al 4, pero llevando los pies hacia delante.

Os dejamos un video muy útil que explica más ejercicios:

 

Este artículo es un resumen muy sencillo de una de las lesiones más comunes tanto en deportistas como en personas no deportistas. Cualquiera puede torcerse un tobillo…y a veces puede ser grave.

EJEMPLOS DE TORCEDURAS O ESGUINCES DE TOBILLO QUE PODEMOS ENCONTRARNOS COMO FARMACÉUTICO O COMO PACIENTE:

EJEMPLO 1:

  • Paciente que entra en la farmacia refiriendo que ha dado un traspiés hace un par de horas. Ha seguido caminando con ligeras molestias y presenta ligera inflamación. Viene con zapato de tacón.
  • Consejo y tratamiento: RICE (reposo relativo, hielo 20min cada 2-3 horas, tobillera elástica y elevación) + ibuprofeno 2-3 veces al día (si no hay contraindicaciones) Se aconseja no utilizar zapatos de tacón Si no mejora en 48-72 horas debe derivarse al médico especialista.

EJEMPLO 2:

  • Paciente diagnosticada de Esguince de tobillo Grado II. Viene a la farmacia con vendaje compresivo colocado el día anterior en servicio de urgencias y muletas, sin apoyar el pie. Refiere más inflamación que el día anterior y dedos del pie amoratados. No tiene fiebre ni calor excesivo en la zona, ni antecedentes de problemas de retorno venoso. Se le pregunta sobre el reposo. No lo ha respetado. Ha estado caminando aunque sin apoyar.
  • Consejo farmacéutico: reposo con elevación y hielo. Si no mejora en 2-3 horas que acuda a Urgencias o MAP para evaluar retirada del vendaje y colocación de uno nuevo o tobillera. Se le hace ver que la inflamación no mejorará sin elevación.

Hemos obtenido la información de:

  • Protocolo de actuación farmacéutica de la Vocalía Nacional de Ortopedia del Consejo Genera de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
  • www.portalfarma.com
  • www.runners.es

 

SARCOPENIA

La sarcopenia se define como la pérdida de masa y potencia muscular que ocurre durante el envejecimiento. Esta pérdida es universal, es decir, ocurre siempre con el paso de los años, incluso en aquellos ancianos que de forma habitual realizan un ejercicio físico moderado o intenso. Sin embargo, que llegue a suponer un problema con consecuencias clínicas importantes va a depender de la intervención de diversos factores que detallaremos en el siguiente apartado.

 

Puede clasificarse en primaria si no se encuentran otras causas que el propio proceso de envejecimiento o secundaria cuando se encuentran una o más causas. La sarcopenia puede aparecer o agravarse coincidiendo con una desnutrición proteico calórica, y por lo tanto asociada a pérdida de peso. Sin embargo también puede encontrase sarcopenia con un peso corporal normal o incluso alto. La obesidad con sarcopenia acumula los problemas asociados de ambos y se ve favorecida por dietas inadecuadas y sedentarismo acusado.

En el ser humano la potencia muscular alcanza el pico máximo entre la segunda y tercera década de la vida manteniéndose hasta los 45-50 años, comenzando entonces a disminuir a un ritmo de un 10-25% por década . Esta gran variabilidad depende de multitud de factores principalmente de la actividad física.

La masa muscular disminuye de forma gradual un 3-8% cada década a partir de los 30 años, acelerándose este proceso una vez cumplidos los 60 años. Esto produce una disminución progresiva en la fuerza que contribuye en gran medida a la discapacidad y a la pérdida de independencia del anciano.

CAUSAS DE LA SARCOPENIA:

  • Factores genéticos: existen evidencias suficientes que permiten afirmar que en el desarrollo de la sarcopenia intervienen factores genéticos. Sin embargo, actualmente siguen sin ser bien conocidos.
  • Factores del sistema nervioso central: a medida que una persona envejece pierde progresivamente unidades motoras de la médula espinal, y esto causa atrofia muscular. (Una unidad motora es el conjunto formado por un nervio motor y el músculo al que inerva para producir su contracción).
  • Factores musculares: el paso de los años provoca una disminución de la fuerza muscular que pueden desarrollar las fibras musculares (calidad muscular) y una reducción del número de células musculares (masa muscular).
  • Déficit hormonal: el déficit de hormonas sexuales (testosterona, estrógenos) que se produce con el envejecimiento tiene un gran impacto sobre los músculos y los huesos, contribuyendo así a la aparición de sarcopenia. Por otro lado, el déficit de hormona de crecimiento también está directamente implicado en el desarrollo de esta enfermedad.
  • Pérdida de peso: la disminución de peso en los ancianos incrementa el riesgo de desarrollar sarcopenia, ya que cuando un anciano pierde peso lo hace a expensas de masa muscular más que de tejido graso.
  • Factores de estilo de vida: la ausencia de actividad física y el sedentarismo aumentan la probabilidad de tener más grasa corporal y menor masa muscular, sobre todo en mujeres. Por tanto, se aconseja llevar una vida activa para disminuir el riesgo de desarrollar sarcopenia.

CONSECUENCIAS DE LA SARCOPENIA:

  • La disminución de la masa muscular se acompaña de otros cambios en la composición corporal, como por ejemplo un incremento progresivo del tejido graso. Todo esto se ha relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar factores de riesgo cardiovascular como hipertensión, diabetes u obesidad en la población genéticamente susceptible (es decir, sus genes hacen que tengan mayor predisposición a desarrollar esas enfermedades).
  • La sarcopenia incrementa el riesgo de caídas y fracturas, lo que obliga muchas veces a los pacientes a ser hospitalizados. A los ancianos con sarcopenia y debilidad en las extremidades inferiores les resulta difícil realizar actividades como la marcha, levantarse de una silla, subir escaleras, o caminar a un paso ligero y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de caídas y fracturas.
  • Las consecuencias de la sarcopenia se deben a la pérdida de masa muscular, de tal forma que los ancianos afectados por esta entidad son más débiles que las personas con una masa muscular normal. Cuando a pesar de su edad las personas mayores mantienen una buena forma física y llevan una vida activa, son más independientes para realizar las actividades del día a día, consiguiendo además sobrellevar mejor, en caso de padecerlas, las enfermedades crónicas. Por su parte, los ancianos con mala forma física, a medida que se van debilitando requieren cada vez más esfuerzo para realizar actividades rutinarias. La debilidad va conduciendo progresivamente al desuso, apareciendo finalmente la sarcopenia y, con ella, la discapacidad y la dependencia.

ACTIVIDAD FISICA Y SARCOPENIA:

Está demostrado que la sarcopenia empeora con el desuso y que la inactividad produce una mayor y más rápida pérdida de músculo. Sin embargo incluso los atletas veteranos desarrollan sarcopenia, lo que nos indica que esta entidad no puede ser completamente prevenida con la actividad física. Pero es evidente que el estilo de vida sedentario típico en los países occidentales que afecta a todas las edades pero especialmente a los ancianos, hace que la inactividad acelere la pérdida de masa muscular.

La mejor manera de prevenir y/o tratar la sarcopenia es mediante el ejercicio físico y una nutrición adecuada. Es preciso distinguir entre actividad física (cualquier movimiento del cuerpo producido por una contracción de la musculatura esquelética que aumenta el gasto energético), de ejercicio físico (es una subcategoría de la actividad física en la cual se realizan de una manera voluntaria, estructurada y repetitiva cierto tipo de movimientos corporales, con o sin la intención explícita de mejorar alguna característica del bienestar físico) y del fitness que se refiere a una serie de características que contribuyen a la capacidad de poder realizar trabajo físico: capacidad cardiorespiratoria, potencia muscular, equilibrio, flexibilidad, composición corporal, etc.

El ejercicio físico en los ancianos ha demostrado beneficios especialmente aumentando la masa y potencia muscular y mejorando parámetros funcionales como capacidad y velocidad de marcha y de subir escaleras y aumentando el grado de independencia en la realización de distintas actividades de la vida .

Existen cuatro modalidades de ejercicio que debemos recomendar a las personas mayores, adaptándolas a las características y capacidades de cada uno: ejercicios de resistencia o potenciación muscular, aeróbicos, de flexibilidad o elasticidad y de equilibrio. En relación con la sarcopenia, no existe un tipo de ejercicio específico, todos son útiles, aunque los más beneficiosos sin duda alguna son los de resistencia o potenciación muscular.

  • Ejercicio físico de resistencia: el entrenamiento físico con ejercicios de resistencia en ancianos mejora la masa muscular, la fuerza muscular, el equilibrio y la resistencia. Pueden realizarse levantando pesas, con máquinas de resistencia o utilizando bandas elásticas. Estos ejercicios no solo aumentan la masa y potencia muscular sino que mejoran otros aspectos como el equilibrio, la capacidad aeróbica, la flexibilidad, y otras limitaciones funcionales como la velocidad de marcha, la capacidad de levantarse de una silla o la capacidad de subir escaleras, por lo que contribuyen a mantener la independencia funcional. El tiempo de tratamiento necesario para observar efectos beneficiosos es de unas 10-12 semanas de media. La realización de ejercicio apenas tiene efectos secundarios, por lo que solo habría que limitarlo en aquellos pacientes con insuficiencia cardíaca, es decir, aquellos en los que el corazón no consigue bombear adecuadamente la sangre, por lo que tienden a retener líquidos.
  • Los ejercicios aeróbicos (ejercicios en los que grandes grupos musculares se mueven de una manera rítmica por un periodo de tiempo más o menos prolongado) de intensidad media o moderada, como caminar o bicicleta estática a un 60% de la frecuencia cardiaca máxima, han demostrado su utilidad en la mejora de las prestaciones cardiovasculares y en actividades tales como caminar o levantarse de una silla. Debemos recomendar esta actividad (por ejemplo caminar) entre 3 y 7 días a la semana, 20-60 minutos por sesión, a una intensidad alrededor del 40-60% de la reserva cardiaca máxima. Por supuesto el aumento del tiempo y la intensidad debe ser progresivo.
  • Los ejercicios de equilibrio han demostrado eficacia en ancianos sanos y en aquellos con alteraciones de la movilidad. Ejemplos de ejercicios de equilibrio incluyen además del Tai Chi, la marcha en tandem, mantenerse en pie sobre un solo pie, subir y bajar escaleras lentamente, caminar sobre las puntas y los talones etc. Debemos recomendar estos ejercicios entre 1 y 7 días en semana, en 1-2 series de 4-10 ejercicios diferentes, aumentando la dificultad progresivamente.
  • La elasticidad o flexibilidad disminuye con la edad y se acentúa por las deformidades óseas, la debilidad muscular, el acortamiento de los tendones y la menor elasticidad tisular frecuentes en los ancianos. Esta disminución de la elasticidad se asocia con un aumento de la incapacidad física. Debemos recomendar ejercicios encaminados a aumentar la amplitud de los movimientos de los grupos musculares mayores 1-7 días en semana. La distensión del músculo debe mantenerse unos 20 segundos. La intensidad debe aumentarse progresivamente.

PREVENCIÓN DE LA SARCOPENIA:

Lo mejor para prevenir la sarcopenia es mantener una actividad física adecuada, y sobre todo realizar ejercicios para potenciar la musculatura. Se ha podido comprobar que este tipo de ejercicios generan un incremento de la masa y la potencia muscular en los ancianos, lo que contribuye a evitar que aparezca la sarcopenia.

La práctica de actividad física también ha resultado eficaz para prevenir y mejorar el tratamiento de una gran cantidad de enfermedades frecuentes en los mayores, y se ha comprobado que las personas que llevan una vida más activa son más longevas y tienen mejor salud.

Además, es importante recalcar que la realización de ejercicio físico en la tercera edad debe ir acompañada de una ingesta adecuada de proteínas con la dieta, ya que es frecuente que la población anciana consuma menos proteínas que la ingesta diaria recomendada para los adultos.

A las personas a quienes se les detecta sarcopenia, debería recomendárseles ejercicio de resistencia supervisado. Los aminoácidos esenciales con leucina y HMB pueden mejorar los resultados musculares.

Este artículo ha sido elaborado a partir de información extraida de:

  • www.sarcopenia.es
  • www.webconsultas.com
  • www.envellimentsaludable.com

 

 

 

CORRER LENTO TAMBIEN TIENE BENEFICIOS

Correr es un deporte aeróbico que incide directa y positivamente mente sobre la salud cardiovascular y la capacidad respiratoria: mejora la circulación y el oxígeno llega más y mejor a todos los tejidos del organismo, incluido el cerebro. Y una de las consecuencias es una mayor liberación de endorfinas. Sin embargo, el ejercicio regular permite enseñar al organismo frente al estrés. De hecho, éste percibe el esfuerzo físico como una situación de estrés, pues al realizarlo aumenta la frecuencia cardíaca y se acelera la respiración.

Pero en este caso el estrés dura mientras se corre y en poco tiempo el cuerpo se acostumbra a verse sometido a pequeñas dosis de estrés de duración limitada que sirve para liberar serotonina y, por la acción de este neurotransmisor, la tensión acumulada durante el día y eliminar la ansiedad que ésta pueda haber generado.

De este modo el estrés mental y emocional se combate con pequeñas dosis de estrés físico, mejorando el estado de ánimo. Asimismo, al correr se inicia una suerte de terapia dirigida a mejorar la autoestima, en la medida que se van logrando los objetivos que llevaron a la decisión de practicar ejercicio regularmente y que dan paso a otros nuevos.

Por último, no hay que olvidar que la recompensa final es una buena salud, ya que el ejercicio físico conlleva un sistema inmune más eficaz, lo que implica un menor riesgo de sufrir infecciones, y, dado el caso, permite reducir y controlar factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes tipo 2 o la obesidad.

El cuerpo humano está diseñado para moverse, andar, correr… de modo que no hacerlo de forma continuada puede derivar en un deterioro prematuro de nuestras arterias, músculos, huesos, etc. Sin embargo, hacerlo conlleva muchos beneficios. Lo curioso es que no hace falta correr rápido para beneficiarse de ello. Es más, correr suave es fundamental.

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El correr despacio es una premisa válida tanto para las personas que lo hacen con objetivos de salud, como para los que lo hacen como parte de un entrenamiento estrictamente deportivo, pues en este último caso es la base para adquirir resistencia sin riesgo de lesiones.

Correr despacio es la mejor manera de enseñar a los músculos a optimizar la energía y de ganar progresivamente resistencia aeróbica, capacitando al cuerpo para correr cada vez más y de vez en cuando poder correr a un ritmo más rápido.

LA VELOCIDAD MODERADA ES LA BASE DEL ENTRENAMIENTO

Los rodajes a ritmos tranquilos son la base de un buen entrenamiento para el corredor. Es lo que te ayuda a ganar resistencia y, en definitiva, a aguantar más corriendo. Entrenar así “acostumbra” a tus músculos a optimizar la energía y a usar (quemar) las grasas como combustible. Además, no podría haber días fuertes de entrenamiento (series, cambios de ritmo, calidad) sin los días suaves de rodaje, pues el cuerpo necesita de esos días para asimilar a tiempo todas las sesiones.

CORAZÓN Y PULMONES MÁS FUERTES

Está relacionada directamente con esta optimización de la energía el fortalecimiento del corazón, ya que correr suave reduce el pulso basal en reposo: se bombea la sangre a todo el cuerpo con menos pulsaciones (o lo que es lo mismo, a igualdad de pulsaciones, se bombea más sangre), lo que se traduce en un corazón más eficaz y que “trabaja” menos. Además, la capacidad pulmonar crece y la probabilidad de tener problemas vasculares (arterias) y cardiopatías disminuye. .

BIENESTAR Y RELAX

Tras acabar una kilometrada a ritmo suave, todos los corredores coinciden con las sensaciones: relajación, bienestar, paz interior… Además de físicamente, se encuentra el equilibrio psicológico. Te ayuda a tener una mente más despejada y unas ideas más claras, lo que en la vida cotidiana se traduce en una personalidad más calmada, en alterarse menos y en gestionar mejor las situaciones complicadas. En definitiva, menos ansiedad y depresión: correr suave es sinónimo de equilibrio.

BIORRITMOS REGULADOS

Te ayuda a regular los ciclos de sueño y el tránsito intestinal.

MÚSCULOS, HUESOS Y TENDONES MÁS FUERTES

No sólo es bueno para tus órganos. Correr suave también fortalece los músculos, tendones, huesos y cartílagos de prácticamente todo el cuerpo. Genial para prevenir otras enfermedades como osteoporosis. Además, tus defensas también se fortalecen por lo que será menos probable que contraigas un resfriado, por ejemplo.

PESO CONTROLADO

Corriendo asiduamente se puede comer prácticamente de todo y mantener, a la vez, el peso controlado. Correr suave es una de las mejores herramientas para perder peso.

ESTILIZA LA FIGURA

Por supuesto, corriendo lento se consigue uno de los fines buscados por muchos: tu cuerpo se estiliza. La piel se vuelve tersa, los músculos se tonifican, pérdida de peso…

 

CORRER LENTO TE ALARGA LA VIDA

En definitiva, está demostrado que salir a rodar a ritmos suaves y de forma continuada te proporciona una vida más longeva.

Correr despacio media hora diaria es suficiente no solo para mantenerse en forma, sino también para mantener un buen estado general de salud.

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Este artículo ha sido elaborado con información extraída de www.sanitas.es y www.foroatletismo.com

FIBROMIALGIA Y DEPORTE

La fibromialgia es un trastorno muy común que afecta, según el estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología, a una cifra entre el 2% y el 4% de la población española. Esto supone, en nuestro país, más de un millón de personas enfermas mayores de 18 años de los cuales, la mayoría de los afectados son mujeres (90%). La fibromialgia se caracteriza por la presencia de un intenso dolor generalizado crónico, una fatiga que no mejora con el reposo, insomnio y otros síntomas, como hormigueo en las extremidades, trastornos abdominales, necesidad de orinar con frecuencia, ansiedad y depresión entre otras. Sus síntomas a menudo se superponen con otras enfermedades. Por este motivo se tarda mucho en diagnosticar .

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Un aspecto muy frustrante para los pacientes es que, a pesar de tanta síntomatología, ni los análisis ni las radiografías muestran datos de que exista algo que funcione mal en el organismo. El tratamiento actual del que se dispone, tampoco es completamente satisfactorio.

La mayoría de las personas afectadas por la enfermedad a menudo se vuelven menos y menos activa cuando el dolor se hace cargo, entonces el miedo de hacer cualquier tipo de movimiento que podría hacer que el dolor empeore hace que el círculo sea vicioso y con ello llevar a reducir la condición de vida de la persona con intensidad porque este temor que se ve en diversos grados en las personas con fibromalgia es un obstáculo enorme para conseguir que las mismas sean más activas físicamente.

La fibromialgia, y el dolor crónico que produce, cambia con frecuencia nuestras emociones y nuestra forma de comportamiento. Muchas personas con esta enfermedad desarrollan sentimientos negativos que antes no presentaban y que les hacen convertirse en una persona diferente. Los sentimientos negativos más frecuentes en las personas con fibromialgia son enfado e ira, depresión, frustración, sensación de fracaso, culpa y vergüenza.

Tratamiento:

No hay tratamiento farmacológico para la fibromialgia y el dolor crónico. Por ello, el primer paso para controlar ese dolor  es aceptarlo y asumir que puede persistir para siempre y que, por tanto, en adelante, va a formar parte de nuestra vida. Desde luego, no es agradable pensar eso. Pero reconocer la realidad es el primer paso para conseguir cambiar nuestra vida hacia una situación en la que el dolor, aún estando presente, no sea el centro de la misma. Cuando se acepta el dolor, se aprende a reconocerlo y a saber lo que lo mejora o empeora, y estamos entonces en situación de buscar soluciones y de volver a disfrutar de la vida.

Gracias a la ciencia y a investigaciones hechas por científicos de renombre podemos confirmar que si una persona tiene fibromialgia, el ejercicio puede mejorar su salud física y bienestar emocional, prevenir la pérdida de masa muscular y para algunos incluso aliviar el dolor.

Muchas personas con fibromialgia son sedentarios y sus niveles de capacidad cardiorrespiratoria están en niveles inferiores a la media. El dolor, la fatiga y la depresión también contribuyen a llevar un tipo de vida sedentario y por consiguiente a tener poca capacidad física. Es difícil aconsejar y convencer a una persona que se siente terriblemente cansada que debe hacer ejercicio físico, parece un absurdo, pero es fundamental.

El ejercicio no sólo mantiene en forma los músculos y pone a punto el sistema cardiovascular, sino que disminuye el dolor, favorece el sueño, mejora la sensación de fatiga y disminuye la ansiedad y la depresión.

Al aprovechar los movimientos, se puede acondicionar el sistema músculo-esquelético para vivir mejor.

Si tienes fibromialgia, la actividad aeróbica puede ser una de las más efectivas formas de enfrentar los síntomas. El ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor debido a la liberación de unas sustancias llamadas endorfinas, que actúan como analgésicos, ligándose a neurorreceptores dentro del cerebro para bloquear el dolor, algo llamado frecuentemente “euforia del corredor”. En un estudio alemán, publicado en “Clinical Reumathology” durante 2009, investigaron los efectos sobre la fibromialgia, al correr, caminar, andar en bicicleta o nadar, en pacientes con fibromialgia después de 12 semanas. Encontraron una reducción significativa en el nivel percibido del dolor, comparado con un grupo de control sedentario.

Pero hay que tener en cuenta que…

Ejercicios como correr o trotar pueden incrementar el dolor de la fibromialgia al inicio, pero si se practican regularmente, con frecuencia los síntomas disminuyen con el transcurso del tiempo. Tu médico puede ayudarte a desarrollar un programa de ejercicio que deberá incluir ejercicios de estiramiento, postura y relajación. Realizar la actividad en un nivel uniforme y tratar de no exagerar durante los días en que te sientas mejor. Esto podría hacer que tuvieras más días malos con mayor dolor y cansancio.

Recomendaciones:

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, el mejor camino para iniciar un programa de acondicionamiento físico es con sesiones cortas, y actividad aeróbica de bajo impacto como caminar o nadar. Después incrementa la duración de las sesiones a 20 o 30 minutos. El ejercicio aeróbico es una actividad que incrementa el pulso entre 60 y 70% arriba de tu pulso cardíaco máximo, calculado restando tu edad a 220. Los pacientes con fibromialgia necesitan iniciar con el nivel mas bajo de su pulso. Si fuiste corredor antes del inicio de los síntomas, podrías reiniciar con trote, debido a que los ejercicios de alto impacto empeoran los síntomas de la fibromialgia. Deberias seguir un programa de unas seis semanas, ejercitándote dos o tres veces por semana, antes de empezar a sentir mejoría.

Advertencia:

Nunca debes intentar ejercitarte para “ganarle al dolor”, esperando sentirte mejor. Aunque sentir un poco de dolor unos días después del ejercicio es normal, un incremento del dolor podría ser una señal de que te has sobrepasado, haciendo demasiado ejercicio demasiado pronto, y debes regresar a ejercicios de estiramiento. Debido a que podrás sentir dolor de uno a tres días después del ejercicio, no debes aumentar la intensidad del ejercicio más de una vez por semana.

El “Institut Ferran de Reumatología” nos deja el siguiente programa de ejercicios adecuados a las personas con fibromialgia:

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http://www.institutferran.org/documentos/ejercicio_fm_ifr.pdf

No queremos acabar este artículo sin hablar de un gran proyecto de un enorme grupo de deportistas y que no para de crecer:

Proyecto #IMHEART – Retos por la fibromialgia from Raul Santos Moreno on Vimeo.

http://www.yosoyimheart.org/el-proyecto/

Toda la información ha sido extraída de:
www.livestrong.com
www.ser.es
www.webconsultas.com
www.masmusculo.com
www.yosoyimheart.org

EJERCICIO EN LA TERCERA EDAD

Es difícil precisar la edad en la que empieza el declive del cuerpo humano, más conocido como envejecimiento. La manera en que llegamos a la tercera edad, y la vitalidad con la que la afrontamos, dependen de multitud de factores como la genética, el modo de vida que hemos llevado, el tipo de trabajo desarrollado, la alimentación, etcétera.

Al llegar a esta etapa de la vida las personas pueden tener, por fin, el tiempo que antes no encontraban para realizar diversas actividades, entre ellas el ejercicio físico.

Practicar deporte es vital a cualquier edad, tanto en niños, como en adultos o en ancianos, siempre y cuando se realice tomando las debidas precauciones y escogiendo el más adecuado para cada edad y condición.

Cambios que ocurren en el cuerpo:

Nuestro cuerpo experimenta diversos cambios a medida que pasa el tiempo, que afectan de diferente manera a cada persona. Podemos observar cómo aparecen las primeras arrugas en la piel, cómo el pelo se vuelve blanco, y el peso y la morfología del cuerpo varían.

Diversos estudios han mostrado que uno de los primeros cambios que se aprecian en el cuerpo a partir de cierta edad es la falta de agilidad al moverse, debido a la disminución de la capacidad de movimiento de las articulaciones, junto con un descenso de la altura.

Otros cambios relacionados con el paso de los años son:

  • La pérdida de equilibrio corporal.
  • El cambio en la manera de caminar.
  • Disminución en la velocidad al andar.
  • Menor capacidad para levantarse rápidamente de un asiento.
  • Pérdida de la masa muscular.

Por qué hacer ejercicio en la tercera edad:

El fomento de la práctica de deporte en las personas mayores es esencial para disminuir los efectos del envejecimiento, y salvaguardar la capacidad para moverse de estas personas, ya que uno de los factores característicos de la vejez es, precisamente, la disminución de la actividad física.

Los ancianos deben mantenerse activos en su vida cotidiana. Numerosas personas poseen una vida dinámica sin hacer ejercicio, porque ya lo hacen con tareas diarias como hacer la compra, limpiar la casa, etc. Teniendo así un nivel adecuado de actividad.

Los beneficios que puede aportar el deporte a los más mayores, también redundan en ventajas para la sociedad, porque contribuyen a reducir significativamente los costes en sanidad y en cuidados asistenciales.

Casos obligados en los que hay que realizar ejercicio:

Existen diversos estados patológicos donde el entrenamiento sirve para obtener fuerza muscular lo cual es básico, quedando en un segundo plano el entrenamiento aeróbico.

Los estados en los que el ejercicio sería conveniente son:

  • Artritis severa.
  • Limitación en la movilidad articular.
  • Amputación de miembros.
  • Pacientes con problemas de locomoción.
Ejercicio para sentirse mejor en la tercera edad
Realizar ejercicio en la tercera edad ayuda a controlar el peso y a liberar el estrés.

Beneficios del ejercicio físico en la tercera edad:

Gracias a la realización de ejercicio durante la tercera edad podemos obtener muchos beneficios en una amplia variedad de áreas del cuerpo, así podemos comentar:

  • Aumenta la sensación de bienestar general.
  • Controla el peso del cuerpo.
  • Rebaja la grasa corporal.
  • Reduce el riesgo de poder desarrollar diversas patologías como: alteraciones cardíacas, hipertensión.
  • Disminuye el estrés y el insomnio.
  • Mejora la salud física y psicológica de forma general.
  • Fortalece el concepto de autoestima, y de la imagen corporal.
  • Ayudar a controlar el nivel de lípidos, azúcar en sangre, etcétera.

Es bueno saber que gran parte de estos efectos beneficiosos se consigue con una práctica regular de ejercicio físico, volviendo al estado anterior cuando se deja de realizarlos.

La edad no debe ser un obstáculo para practicar deporte, ya que cuanto más tiempo y esfuerzo inviertan en conservar y aumentar su capacidad de movimiento, más disfrutarán de una mayor independencia y vida social.

Las actividades físicas más convenientes para las personas mayores son:

  • Caminar.
  • Montar en bicicleta al aire libre o estática.
  • Bailar.
  • Natación.
  • Yoga.
  • Taichi.
  • Gimnasia aeróbica de bajo impacto.
  • Aquafitness (gimnasia en el agua).

Precauciones al practicar deporte en la tercera edad:

En general la práctica de ejercicio físico de forma moderada no supone ningún riesgo para las personas de la tercera edad. El problema surge cuando cada uno interpreta de forma diferente el término “moderado”.

En esta etapa de la vida hay ciertos factores de riesgo que se deben tener en cuenta:

  • La existencia de un riesgo cardiovascular, ya que puede ser posible que aparezca alguna anomalía cuando se realizan ejercicios de forma brusca y sin control.
  • La posible presencia de osteoporosis, ya que esta patología se caracteriza por una pérdida de masa ósea, que hace que los huesos sean más porosos, por lo que tienen mayor riesgo de rotura. En estos casos no es recomendable la práctica de ejercicios aeróbicos bruscos como correr, trotar, voleibol, fútbol, baloncesto…

Y si quereis ampliar información…clicad el siguiente enlace:

http://www.bizkaia.net/home2/archivos/DPTO4/Temas/manual-cast-ultima.pdf?idioma=CA